Por Jessica Elizabeth Velasco Durán
Adquirir un cachorro, en especial un West Highland White Terrier (Westie), siempre será una alegría, pero ¿qué pasa si este cachorro no ha sido sociabilizado correctamente?
Hablaremos en particular del Westie, ya que al ser un Terrier, no podemos dejar de lado el primer paso de adiestramiento que inicia en el período de sociabilización.
En sus primeras cuatro semanas tendrá la oportunidad de sociabilizar sólo con la madre y hermanos, en las siguientes cuatro comenzará a tener interacción con otros cachorros, a fin de poder determinar quién es el cachorro alfa y es en este momento en donde podemos darnos cuenta de que explora su sexualidad a través de olores y juegos. Es a partir de la octava semana cuando comienza la labor como dueño o criador, de sociabilizar a los cachorros, acariciándolos y permitir las visitas de otras personas y perros de su edad, paseos en el exterior y juegos que le permitan conocer y aprender de los sonidos y olores de su entorno, logrando un pleno desarrollo. Es de este modo que evitaremos tener más adelante como mascota un perro de temperamento inestable o nervioso.
En lo mencionado es donde radica la importancia de adquirir un Westie con responsabilidad y teniendo la certeza de que será un perro con bases para el adiestramiento, que nos permita y asegure una convivencia sana y feliz.
Una vez estando en casa de su nuevo propietario, es importante comenzar el adiestramiento lo antes posible ya que el Westie tiene un carácter fuerte y muy definido, de manera que si permitimos que haga lo que quiera, en el futuro nos costará mucho trabajo que abandone ese comportamiento. Es importante mencionar que requerirá de tiempo y paciencia para lograr resultados que beneficien tanto al propietario como a la mascota, pero una vez logrados los objetivos habrá valido la pena el tiempo dedicado.
Las recompensas y la constancia son herramientas clave para el adiestramiento de un perro, en particular de los westies, que por carácter son muy dinámicos, apasionados y me atrevería a decir que hasta un poco tercos. Si recompensamos a nuestro West Highland White Terrier con una palabra de ánimo, una caricia, un juguete o con alguna golosina que le guste, enseguida aprenderá a obedecer.
En caso de que su conducta no sea la que deseamos, no es recomendable para nada el castigo físico. El refuerzo positivo, a través de una recompensa de su agrado, a largo plazo, siempre será preferible por sobre el castigo. Eso sí, en caso de que sea realmente necesario llamarle la atención en tono autoritario al perro por una desobediencia grave, hay que hacerlo de inmediato para que lo entienda, sin golpes, sólo con tonos de voz que le permitan asociar que lo que hizo estuvo mal, ya que de otra forma sólo conseguiremos confundirlo, desequilibrar su carácter y provocar un miedo contraproducente.
No olvidemos que la sociabilización de un Westie debe ser algo constante en su vida, ya que los paseos y momentos de juego que se le dediquen serán la clave para mantener una relación más estrecha entre dueño y mascota.
¿Por qué?, ¿cómo? y ¿dónde adquirir un Westie?
Es posible que alguna vez nos hayamos preguntado lo anterior al pensar en adquirir una mascota, ya que formará parte de nuestra familia y claro, esto no es fácil de responder, pero lo intentaremos.
Un Westie -como cariñosamente se le nombra al West Highland White Terrier-, es un perro de carácter abierto, alegre, activo y juguetón, sin olvidar que es todo un Terrier y en ocasiones nos lo recordará. Siempre dispuestos a jugar con los más pequeños de la casa -que estarán seguros y cuidados por él-, a siempre buscar la manera de hacernos felices siguiéndonos el paso a donde quiera que vayamos, con ese aspecto tan tierno y gentil aunque sea un perro fuerte e independiente, de temperamento estable, intuitivo e inteligente. Con un aspecto fascinante que requerirá de la ayuda de un profesional, pues su manto (pelaje) duro, requiere stripping de vez en cuando para desprender el pelaje muerto, sanear bien el subpelo y mantener su dureza.
Sin importar el motivo por el cual se decida en adquirir un Westie, es importante tener en cuenta siempre nuestro ritmo de vida, el ámbito familiar y el entorno social (amigos, familia, vecinos, etc.), así como el tiempo que podremos dedicar a su cuidado y como en familia compartiremos la responsabilidad de tenerlo.
Para no cometer los errores comunes en la búsqueda de un Westie en lugares no adecuados y trasformar una bella experiencia en un pesadilla, en primer lugar es estar bien informados realizando una pequeña investigación sobre las características generales de la raza, así como los criaderos o criadores reconocidos y certificados por la Federación Canófila Mexicana (FCM), hablar con ellos, contactarlos y de ser posible visitar las instalaciones para así constatar que se trata de un lugar establecido y que cumple con las normas sanitarias requeridas para la crianza. No se decepcionen si en ese momento los criadores no disponen de cachorros, pues generalmente quienes practican una crianza responsable no someten a sus mascotas a explotación, contribuyendo con la responsabilidad de evitar la sobrepoblación y mantener una calidad en todos y cada uno de sus ejemplares.
En ocasiones nos encontramos con gente que dice “no lo quiero para exposición”, “no me interesa el pedigrí” y aquí, es el momento para decir que no todos los ejemplares de criaderos reconocidos cuentan con las características necesarias para exposición, en una camada de una cruza bien seleccionada, podemos obtener distintas características y temperamentos, cosas esenciales para el perro de show, sin embargo, podrían ser excelentes perros de compañía con extraordinaria genética y garantías sanitarias que no encontraremos con facilidad en tiendas de mascotas o vendedores informales, así como poder despejar nuestras dudas sobre la raza, pues quién mejor para informarnos que un criador que convive día a día con ellos.
No olvidemos que es en los genes donde se encuentra la información de las posibles enfermedades que podrían desarrollar en un futuro los cachorros y que en el afán de ahorrarnos unos cuantos pesos, podríamos adquirir un cachorro del que no se conoce su procedencia y terminar gastando más en consultas veterinarias o tratamientos, lo que convertirá la experiencia de adquirir un Westie en algo desagradable.
Es por eso que recalco la importancia de adquirir un Westie con un criador reconocido, mi sugerencia es asistir como espectadores a las distintas exposiciones realizadas por la Federación Canófila Mexicana (FCM) en donde participan los criadores preocupados por mejorar sus ejemplares camada tras camada, acercándose lo más posible al estándar racial de la Fédération Cynologique Internationale (FCI, órgano rector a nivel internacional) que confirma una buena crianza, dándonos también la oportunidad de conocer la apariencia general y temperamento propios de la raza e incluso poder convivir de cerca con un Westie, situación que nos ayudará a convencernos de adquirirlo.
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