El parto en la raza Pug
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- hace 1 dÃa
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Por Gabriela Guillén | Criadero Guivercelli
El pug es una de las razas más nobles y queridas por las personas. Se trata de un perro muy simpático, que siempre intentará ganarse tu atención y, al mismo tiempo, conquistará rápidamente tu corazón. Sin embargo, la reproducción de esta raza debe asumirse con absoluta responsabilidad.
El parto en los pugs, como en otras razas braquicéfalas (de cara achatada), puede presentar consideraciones especiales y, en algunos casos, requerir intervención veterinaria debido a su anatomÃa particular. Aunque en muchas ocasiones pueden presentarse partos naturales sin complicaciones, es importante tener en cuenta estos factores para minimizar el riesgo de futuras dificultades.
Una vez que hayamos decidido, de manera responsable, que nuestra pug será mamá, debemos proporcionarle un alimento de calidad. Es fundamental evitar la sobrealimentación para prevenir el exceso de peso, lo cual podrÃa dificultar o poner en riesgo el parto.
Recordemos que la gestación dura entre 57 y 64 dÃas. Siempre se recomienda realizar una radiografÃa con nuestro médico veterinario pocos dÃas antes del parto, para que pueda determinar si la futura mamá es apta para tener a sus cachorros de forma natural o si será necesario practicar una cesárea. Este estudio también permite saber cuántos cachorros espera y evaluar el tamaño de sus cabezas en relación con el canal del parto.
Por último, es importante recordar que durante todo el proceso de gestación debemos seguir los consejos y la supervisión de nuestro médico veterinario de confianza.
Qué debemos tener listo para la llegada de nuestros cachorros
Debemos preparar con anticipación todo lo necesario para recibir a los cachorros. Es recomendable contar con paños limpios, una perilla de bebé y, si es posible, un cojÃn térmico para colocar a los cachorros recién nacidos y evitar que se enfrÃen mientras los demás van naciendo. También debemos tener a la mano tijeras perfectamente esterilizadas o desinfectadas para ayudar a cortar los cordones umbilicales, en caso de que nuestra pug no lo haga por sà misma.
Es importante disponer de un lugar adecuado, libre de corrientes de aire y de otros animales. La madre necesita privacidad y un espacio cálido y cómodo para tener a sus cachorros. Además, debemos acompañarla en todo momento para asistirla y asegurarnos de que todo salga bien; nuestra presencia la tranquilizará y le dará confianza.
Cómo darnos cuenta de que el parto se acerca
Podremos notar que el parto está próximo cuando nuestra perra, aproximadamente entre 24 y 12 horas antes, comienza a rascar el lugar donde se encuentra o a rechazar el alimento. Si contamos con un termómetro digital, podemos tomarle la temperatura rectal: cuando desciende de alrededor de 37,5 °C a 36,5 °C, significa que el nacimiento está muy cerca.
El nacimiento y posibles complicaciones
Si todo va bien, presenciaremos el nacimiento de nuestro primer cachorrito. Ayudaremos a la madre a limpiar al cachorro, liberando la cabeza de la placenta y, con nuestra perilla, eliminaremos los fluidos de su nariz y boca. Daremos masajes suaves para estimular la respiración y escucharemos el tan esperado chillido de un cachorro recién nacido.
Es fundamental evitar que los cachorros se enfrÃen, colocando un cojÃn térmico donde puedan permanecer mientras la madre completa el parto de los demás hermanos. Repetiremos este proceso con cada cachorro. Entre los nacimientos, podremos colocar a los cachorros con la madre para que tomen su primer calostro, asegurándonos siempre de que todos puedan succionar correctamente.
Complicaciones posibles
No siempre todo transcurre con normalidad. Al tratarse de una raza braquicéfala, pueden presentarse ciertas complicaciones, por lo que es imprescindible contar con un médico veterinario que nos asista; de ello depende la seguridad de la pug y de sus cachorros.
Dificultad en el parto o distocia
• En algunas ocasiones, puede existir una desproporción feto-materna. Los pugs son propensos a tener cachorros con cabezas proporcionalmente anchas y hombros robustos, que pueden ser demasiado grandes para pasar por el estrecho canal del parto de la madre.
• La pelvis de la hembra pug puede ser más estrecha. Debido a esta desproporción, la cesárea es un procedimiento muy común y, a menudo, necesario para garantizar la seguridad de la madre y de los cachorros. En muchas ocasiones, la cesárea se programa de manera preventiva.
Anestesia
Si se requiere una cesárea, esta debe realizarse con un médico veterinario familiarizado con razas braquicéfalas, quien podrá sugerir el uso de anestesia inhalada, si es posible, para mayor seguridad.
Algo importante a considerar
Si nuestra pug presenta contracciones fuertes y persistentes durante 20-30 minutos sin expulsar un cachorro, o si han pasado más de dos horas entre el nacimiento de un cachorro y el siguiente, debemos contactar de inmediato a nuestro médico veterinario, ya que estos son signos de una posible distocia o de que el cachorro se encuentre en una posición desfavorable para salir de manera correcta.
Si todo sale bien, ya sea parto natural o cesárea, seremos los dueños más felices y privilegiados de poder ver nacer y crecer a nuestros cachorros sanos y juguetones. Es una experiencia increÃble cuando se lleva con responsabilidad y conocimiento, porque el pug es una de las razas más maravillosas del mundo, y es nuestra responsabilidad seguir cuidando de ella. ¡Amando a los pugs!



