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¿Perro de Terapia o de Servicio ?


Por Mtra. Psic. Talyah Cojuc I. 


Como psicóloga y jueza de perros de Terapia y de Servicio, una de las preguntas más frecuentes que he recibido a lo largo de los años es si una persona necesita un perro con esas capacidades específicas. Si bien es cierto que son términos algo confusos, la realidad es que son dos perros totalmente diferentes con características distintas y funciones que, si bien están relacionadas, no son para nada las mismas. 


Un perro de terapia es aquel que ha sido seleccionado, adiestrado y certificado en conjunto con su manejador para formar un Binomio Canino de Terapia, que a su vez va a trabajar con una población general en diferentes ámbitos como por ejemplo hospitales, escuelas, centros penitenciarios, entre otros. Este perro vive con su manejador y debe llevar un curso formativo junto con su binomio para lograr una conexión que les permita apoyar en diferentes situaciones. 


Es importante mencionar que el manejador del perro de terapia no necesariamente es un profesional de la salud o educativo, pero sí debe contar con su formación que le permita intervenir de manera segura en situaciones de crisis. Asimismo, es relevante comentar que la Terapia Asistida con perros no nada más consta del binomio sino del profesional que estará a cargo de las sesiones. Esto quiere decir que por ejemplo en una intervención psicológica, el binomio no puede actuar solo, sino que cuenta con el apoyo constante del psicólogo a cargo de la sesión. 


El hecho de que un perro con su manejador haya pasado por un circuito de formación para perro de terapia, como el que se ofrece en la Federación Canófila Mexicana, no les proporciona automáticamente los conocimientos necesarios para llevar a cabo sesiones terapéuticas sin apoyo, pero sí les da las herramientas para realizar una propuesta de intervención con el perro y trabajarla con el profesional a cargo. 


Por otro lado, los perros de servicio son aquellos que han sido seleccionados, adiestrados y certificados para trabajar con un solo usuario que requiere del apoyo de este perro. El usuario que padece algún diagnóstico psicológico puede verse beneficiado del apoyo de un perro o bien físico.

 

Dentro de los perros de servicio existen numerosas especialidades, entre ellas los perros de servicio para ansiedad, depresión, trastornos del espectro autista, epilepsia, diabetes, apoyo de movilidad, entre muchos otros más. 


La selección y adiestramiento del perro debe realizarse por un equipo de trabajo que cuente con especialistas en el área de la salud para poder comprender en su totalidad el diagnóstico que trae el usuario, así como sus necesidades personales. Debe también contar con un profesional en el área de adiestramiento especializado en este tipo de perros para lograr un buen adiestramiento y –finalmente-, un veterinario que permita comprender las necesidades de salud del perro. 


Hoy en día tanto los perros de terapia como los de servicio se han puesto de moda. De hecho, cada vez es más fácil encontrar videos en internet acerca de su trabajo. Si bien esto ha permitido tener un mayor alcance y que una mayor población conozca los beneficios de estos perros, también es cierto que ha ayudado a desinformar a las personas acerca de las verdaderas funciones y capacidades de estos perros. Si bien son perros fantásticos que pueden lograr avances en el ámbito terapéutico y mejorar considerablemente la calidad de vida de sus usuarios, la realidad es que siguen siendo perros y necesitan su tiempo de esparcimiento, además de seguir teniendo conductas propias de su especie. Los perros de terapia y de servicio deben  ser perros controlables, predecibles y confiables, pero intervenir y tratar de cambiar su esencia canina sería violencia y -por lo tanto- no podemos pensar que un perro de estos se comporte como un robot. 

 
 
 

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