El bull terrier moderno
- PerrosPuraSangre
- 12 jun
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Por: Fernando Cruz Rivera
El bull terrier inglés tiene su origen en Inglaterra en el siglo XIX, desciende del cruce realizado entre el antiguo terrier inglés y el bulldog inglés, James Hinks fue la persona encargada de realizar estos cruces e ir integrando otras razas para ir mejorando, dentro de ellas quitar las manchas en el pelaje que tenía originalmente, hoy en día hay algunos ejemplares siguen manifestando estas marcas que según el estándar son indeseables, pero vale la pena mencionar que algunos criadores que visualizan las mencionadas marcas en el pelaje donde termina la espalda y empieza la cola (la grupa), no le dan tanta importancia porque se compensa con más virtudes que tiene el ejemplar. Las marcas en la cabeza están permitidas.
El bull terrier no solo es cabeza, pero es lo primero que siempre volteamos a ver cuando vemos un ejemplar de esta raza, muchos le llaman cabeza de rata, cabeza de balón de futbol americano, cabeza de huevo, es uno de los rasgos más distintivos y emblemáticos de la raza. Refleja evolución a como fue su origen años de selección genética. A diferencia de las demás razas caninas, que presentan un “stop” (depresión marcada entre la frente y la boca), el bull terrier carece de este ángulo, en su lugar muestra una curva descendente suave y continúa formando un arco. Vista desde arriba el cráneo debe ser fuerte, largo y profundo, la anchura de la cabeza debe ser proporcional a las dimensiones mencionadas.
El bull terrier moderno aún y cuando conserva las características que le dieron origen, en la actualidad es mucho más sociable y convive con la familia perfectamente y demás animales. La sociabilización e interacción influirá definitivamente en el carácter del ejemplar, si ellos acostumbran a estar con el ser humano y otros perros, gatos y demás mascotas, socializarán con cualquier ente vivo.
Cabe mencionar que existe el bull terrier miniatura, el cual fue creado entre la cruza del bull terrier inglés y razas más pequeñas, su objetivo es mantener las cualidades físicas y temperamento señalados en el estándar, pero en un tamaño más reducido, ideal para quienes viven en espacios pequeños. En la modernidad ya no hay un espacio pequeño para ningún animal canino, se adaptan a todo tipo de terrenos.
El cachorro bull terrier
Sigue siendo todo un tema el criterio para poder seleccionar un buen cachorro, que si el más grande, el más corto, el más fuerte, el de cabeza más llena; en fin, hay muchos criterios y creencias, todo lo que nace es una promesa de ejemplar, no tenemos una idea de cómo desarrollará aún y cuando la genética de los padres sea una garantía, o multicampeones, incluso viniendo de una cruza bien planeada, considero que hasta después de los tres o cuatro meses de nacido podríamos ir viendo cómo será el ejemplar y aun así no podemos estar seguros de que será una garantía el ejemplar, o tendrá los puntos a considerar para poder decir que es para competencia. Lo que no podemos ocultar es la genética, parte fundamental de la buena crianza de la raza. A esta edad podemos darnos un poco cuenta de virtudes como: cabeza, frente, estructura, angulaciones, pisada, expresión, movimiento, implante de orejas, etc.
La boca es la gran incógnita si mantiene y muerde en tijera como pide el estándar, o si se mueve o pasa, lo cual no es deseable, sin embargo, para muchos no es tan importante, puesto que prefieren sacrificar por un poco de perfil y la cabeza a costa de la mordida. El perfil del bull terrier, dice el estándar: se encorva suavemente hacia abajo desde el inicio del cráneo hasta la punta de la nariz, sin caer en lo exagerado, hoy en día este tema es controversia.
Por otro lado, muchas veces el perro multi-campeón no es el mejor reproductor y resulta ser que el hermano, que no ganó nada, puede aportar mejor genéticamente. También en ocasiones nuestro ego no nos permite utilizar el ejemplar que cubre las necesidades de una buena cruza y crianza, porque el dueño de ese ejemplar no cubre nuestros requisitos para nuestro círculo de amistad, y esto no es correcto. Raymond H. Oppenheimer dijo “No permita que sentimientos personales influencien su elección de un semental, el perro correcto para su hembra es el perro correcto, quien quiera que lo tenga”.
Aquí regresamos un poco a la sociabilización de los padres, que influirá definitivamente en el carácter del cachorro, si ellos están acostumbrados a convivir con personas u otros perros o mascotas, no se tendrá tema con el carácter y tal vez un poco más obedientes, porque eso sí, son bastante testarudos. La forma como nació también tendrá que ver en cómo será el ejemplar: si nació natural o cesárea, sentido de supervivencia y temperamento se conjugan en este apartado, también la alimentación que recibió de la madre y los cuidados que se tuvieron con ella.
La alimentación y cuidados en el cachorro harán que desarrolle su máximo potencial y sea espectacular en todos los sentidos, existen diferentes tipos de dietas para todo rango de edades y depende del grado de actividad física para saber cuál es la recomendable a los ejemplares.
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