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Hablemos del Westie


Por Luis Bernardo Navia


Hoy quiero invitarlos a adentrarse en el fascinante mundo que me apasiona, quiero hablarles de los terriers.


Existen en el mundo por lo menos 15 razas de terriers, en éstas podemos encontrar diferentes colores, tamaños y caracteres; en general son perros ágiles, de carácter jovial, fuertes, disfrutan la naturaleza; es necesario entrenarlos desde pequeños, les gusta estar en familia y son cariñosos, en su mayoría estas ancestrales razas han estado destinadas a la caza. Ahora dejaremos de lado a los terriers en general para centrarnos en el West Highland White Terrier.

Generalmente denominados Westie, o Westis, esta raza fue creada y criada en Escocia a partir básicamente del Cairn Terrier, Skye Terrier, Dandie Dinmont Terrier y Scottish Terrier, pero más adelante ahondaremos en la historia, ahora hablemos sobre sus características morfológicas, es un perro que está catalogado como pequeño, el promedio de vida puede ser entre los 10 a 14 años; su peso puede oscilar entre los 6 a 10 kilogramos; la altura a la cruz es de 25 centímetros (cm) aproximadamente en hembras y 28 en machos; tiene un hermoso color blanco, en el que dado su origen en ocasiones puede aparecer una tenue línea de color ligeramente cremosa. La cabeza es pequeña en forma de ángulo recto, en relación al cuello. Sus orejas son puntiagudas, pequeñas, firmes y rectas, están colocadas en la parte superior de la cabeza, no muy juntas ni demasiado separadas; tiene hermosos ojos negros redondos, ligeramente hundidos, pero con una increíble expresión de alerta en su mirada la cual apreciamos como inteligente y muy aguda; encontramos sus ojos debajo de unas cejas abundantes. Su nariz también es negra y ligeramente alargada. De mandíbulas fuertes, sus pequeños labios de color negro son un marco perfecto para una hilera de fuertes dientes, los cuales son proporcionalmente grandes al tamaño del perro, tiene una mordida uniforme en “tijera”, con los caninos inferiores bloqueados frente a caninos superiores, y en los incisivos observamos los superiores sobre los inferiores, esto les ayuda para atrapar fuertemente a su presa, las cuales solían ser generalmente zorros, tejones y conejos. Su cuello es musculoso engrosándose un poco hacia la base, de manera que le da una inclinación estética al inicio de los hombros y podemos ver que es suficientemente largo para ser excelente en la inserción de la cabeza.


Su cuerpo es compacto, musculoso, de pecho profundo, espalda recta y lomo ancho. Los historiadores refieren que los criadores buscaban la característica de un rabo grueso corto y robusto porque en ocasiones se quedaban atrapados en hoyos y tenían que tirar de ellos de la cola, así que vemos que su cola tiene una longitud aproximada entre de 12 a 15 centímetros, está cubierta de pelo grueso, siempre la mantiene erguida, su forma nos recuerda a una zanahoria. En cuanto a sus extremidades podemos observar que sus patas son cortas, aunque no excesivamente, son anchas, fuertes, musculosas, rectas y están densamente cubiertas por pelo corto y duro, las patas anteriores (o manos) son más largas que las posteriores, son redondas y proporcionadas en tamaño, son fuertes con almohadillas gruesas y están cubiertas con pelo corto y áspero, las posteriores son ligeramente más pequeñas y sus almohadillas son igualmente gruesas y tienen el característico color negro que observamos en la nariz y los labios, las uñas son fuertes y también son negras, se encuentran perfectamente implantadas en los dedos de las manos y patas. Entre las almohadillas encontramos que crece pelo, el cual es aconsejable que se recorte dada la propensión que existe de generar infecciones en este sitio.


Su pelo de color blanco mide aproximadamente unos cinco cm de largo, tiene la característica de ser mixto con dos capas, una de ellas interna y suave, la otra dura y áspera; para incrementar el crecimiento de esta última es recomendable realizarles la técnica denominada stripping ( con la cual se elimina tanto el pelo viejo como el suelto, lo que favorece al folículo del pelo mejorándolo y también es buena para la piel). El pelaje en su cara tiende a darle un aspecto redondeado (como de crisantemo).

Todas estas características que hemos descrito son los estándares ideales, sin embargo, en ocasiones hay ejemplares en los que alguna de estas peculiaridades puede llegar a tener alguna diferencia, pero esto no quiere decir que no sea un Westie, lo que ocurre es que al ser una raza que deriva de otras, en ocasiones puede aparecer justamente una de las características de sus predecesores.


En el Westie adulto es frecuente encontrar un oscurecimiento del pelo en algunas zonas, generalmente alrededor de los ojos, del hocico y hasta en las patas, a esto se le denomina pigmentación del pelo y puede ser una oxidación ocasionada por el PH de lágrimas y saliva, aunque también puede ser por la presencia de humedad en estas áreas, ya que ella permite la formación y proliferación de colonias de hongos o bacterias.

En el acicalamiento del Westie observamos que el pelo no es del mismo largo, en la cabeza se deja el pelo ligeramente largo y se busca que tenga una forma de crisantemo, lo cual magnifica su aspecto frente a sus presas, en el cuello generalmente se deja el pelo más corto para resaltar su magnífico y musculoso cuello, en el lomo también se deja corto el pelo, pero hacia abajo se deja un faldón, en el rabo el pelo es recortado, lo cual resalta su cola de zanahoria; en las patas tanto anteriores como posteriores, el pelo es ligeramente más largo que en el lomo y da un maravilloso aspecto recto voluminoso, sin marcar las manitas.


En Escocía han existido los terriers aproximadamente desde la Edad Media, en la historia de esta raza podemos ver que ya en el siglo XVI se describía a unos perros de tamaño pequeño denominados terriers, cuya característica dominante era que tenían un valor a toda prueba, por lo que tanto nobles como campesinos criaban estos terriers, ya que eran los perros ideales para mantener a raya a todos los predadores del tipo de ratones, ratas, tejones, hurones e incluso nutrias y zorros de las tierras de cultivo. Por las necesidades particulares que tenían tanto en las Tierras Altas (Highlands) como en la costa en las Hebridas aparecieron diferencias en sus tipos y colores, hacia principios del siglo XIX empezaron a marcarse las diferencias entre ellos; por ejemplo, en la región de los Aberdeen se desarrolló un perro de cuerpo sólido y patas cortas, cabeza gruesa, nariz larga y dientes muy duros, con orejas pequeñas y erguidas; el pelo duro, que iba del color arenoso al negro. Podríamos establecer a estos perros como los ancestros del Terrier Escocés.


En los condados del oeste también se hablaba de unos perros de patas bajas que tenían un cuerpo más recogido, nervudo, con cabello más largo, los cuales podrían ser los ancestros del Terrier Cairn así como del West Highland White Terrier, y en las tierras del noreste había otro tercer tipo con una espalda más larga, estructura más fuerte y también un pelo más largo del cual descendería entonces el Skye Terrier.


Frecuentemente se deshacían de los cachorros blancos que nacían en las camadas porque a la gente le gustaban más los cachorros de colores más fuertes, en aquella época las personas no se preocupaban mucho por las características del cuerpo del perro, más bien lo que buscaban era que fueran animales muy ágiles, fuertes y con un temperamento que les permitiera cazar con gran ferocidad, que sus mandíbulas también fueran muy fuertes, dado que en ocasiones se tenían que enfrentar a las nutrias, pero había un común denominador entre estas tres grandes ramas de terriers y éste es que eran unos animales con gran arrojo y su reputación era de ser muy valientes, se hablaba que en ocasiones cuando iban tras los zorros quedaban atrapados en las madrigueras de estos, y debían esperar unos días para que el perro enflaqueciera un poco por el ayuno forzado y poder retirarlo jalándolo de la cola para extraerlo del agujero en el que se había atorado; esta reputación traspasó fronteras, tanto así que Jacobo VI de Escocia, quien fue Jacobo I de Inglaterra, le envío como obsequio a Enrique IV seis terriers blancos de Argyl.



Por primera vez fue inmortalizado un Westie en 1839 cuando el artista sir Edwin Landseer rindió un homenaje a esta valiente raza representándola en dos de sus cuadros.

Al principio del texto decíamos que esta raza aparece a raíz de un infortunado accidente, fue alrededor de 1834 cuando el Coronel Edward Donald Malcom, XVI Laird de Polltaloch en Argyllshire, mata por error a uno de sus amados perros, dado que no lo había visto entre los zarzales rojizos y lo confundió con un zorro, por esto el Coronel decidió que únicamente iba a tener perros blancos; posteriormente T. Bell en 1837 dijo que los terriers no eran precisamente blancos sino que eran de un color linty White, esto es un color tirando a crema o amarillo claro, no fue sino hasta que el Coronel, aproximadamente en el año de 1870 consiguió crear una variedad diferente de los terriers de las tierras altas y son los antecesores de nuestros Westies.


Al mismo tiempo, en el Clan Campbell de Roseneath George Campbell, VIII Duque de Argyll quien fue un político y aristócrata escocés y jefe del Clan, empezó a criar perros terriers blancos a los que llamaron terriers Roseneath. En la Isla de Skye, el Clan McLeod también reportó haber criado terriers blancos. Ahora bien, resulta que el Coronel no nada más era un cazador por excelencia, sino que también era un cinófilo muy avezado y decidió presentar a sus perros en exposiciones, para cuando realizó esto ya corrían los años 1890 y existían diferentes perros de razas escocesas, pero que no estaban muy bien definidas, fue entonces que iniciaron a tratar de englobarlos en una sola categoría llamándolos Terrier de las Tierras Altas; así, los Terriers Polltaloch o el Pittenween Terrier del Dr. Americ Edwin Flaxman o el Roseneath Terrier o incluso los White Scottish Terrier, o el Skye White Terrier quedaron agrupados como una sola raza. A la par que aparecieron los Roseneath Terriers en Crystal Palace en 1899, a estos mismos perros en Edimburgo en 1904 les llamaron West Highland White Terrier y es aquí cuando la raza fue lanzada y ya tenía una denominación. Posteriormente se formó el primer club inglés de raza y se elaboró el estándar, en aquel año el Kennel Club reconoció oficialmente al Westie, pero no fue sino hasta el 18 de noviembre de 1924 que se prohibió realizar la cruza del Cairn Terrier con el Westie, y en 1928 se modificaron y marcaron los estándares básicos del West Highland White Terrier

El 20 de marzo es el día mundial del Westie en homenaje al Coronel Edward Donald Malcolm de Poltalloch quien falleció en esa fecha.

El Westie es un perro con una gran autoestima, su carácter es travieso, alegre, terco, afectuoso, jovial, le gusta mucho cavar, es muy fiel, se integra perfectamente a la familia, y no dejará pasar la oportunidad de ladrar ante un extraño si sienten amenazada su casa, su relación con los niños y con otros perros es muy buena, entre sus actividades encontramos que es un excelente perro de compañía, muy sociable, sus necesidades de espacios son reducidas, pero requiere de salidas a caminar, se puede adaptar tanto a una casa como a un departamento, tiene cierta propensión a darse a entender por medio del ladrido, pero esto también depende del entrenamiento que se le haya dado desde pequeño. Estos hermosos y carismáticos perros están catalogados como hipoalergénicos.


Su arreglado o acicalamiento requiere de un cepillado cada tercer día, pero recuerden: es necesario retirar el pelo muerto y también requiere de ser llevado a la Estética aproximadamente cada mes y medio. Es un perro con el que se puede viajar.


Quien tiene un Westie en casa, no tiene una mascota, ¡tiene un miembro más de la familia!

Hace 18 años vi por primera vez un ejemplar de esta hermosa raza, no era común verlos en nuestra ciudad, me dediqué a investigar sobre su crianza, cuidados, reproducción, quedé verdaderamente prendado de Nicolás, un hermoso macho que era propiedad de un gran amigo, posteriormente me hice de mi primer ejemplar, una hembra llamada Lola, quien me hizo inmensamente feliz, al grado que quise que más personas conocieran a esta hermosa raza. Acudí al dueño de Nicolás para realizar la primera cruza y tiempo después, por azares del destino, me quedé con ambos perros, posteriormente adquirí una segunda hembra y estos fueron prácticamente los inicios del criadero. Actualmente en el Criadero Navia contamos con otras razas de terriers, nuestro amor hacia estos perros es enorme y estamos en constante investigación, preparación, formación y crecimiento para otorgar ejemplares de calidad que complementen la felicidad de nuestros clientes.


En estos 18 años hemos tenido grandes satisfacciones, en virtud de que muchos de los clientes que adquirieron un cachorro con nosotros hace años han vivido felices con sus mascotas y cuando su ciclo de vida ha terminado, se dirigen nuevamente a nosotros para adquirir un nuevo integrante para la familia. Así pues, les puedo decir que quienes fueron nuestros clientes se han convertido en grandes y queridos amigos. También es muy agradable poder compartir los logros y éxitos de estos amigos, porque hemos podido comprobar que en ocasiones han optado por inscribir a sus mascotas en competencias y con alegría nos comparten sus éxitos.


Hacemos llegar nuestros perros no solamente a todas las regiones del país sino también los hemos enviado al extranjero, tanto con nuestros vecinos del norte como a países del área de Centroamérica.

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