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Ética y responsabilidad en la crianza del Pastor Holandés


Por Efrén Moreno / Moisés Bello


Para el desarrollo del presente artículo, tomaré como base una cita del filósofo Aristóteles:


“El ser no sólo se toma en el sentido de sustancia, de cualidad, de cantidad, sino que hay también el ser en potencia y el ser en el acto, el ser relativamente a la acción.” (Aristóteles, Metafísica, libro IX, 1)


Entendamos el significado de sustancia o ser en relación a todo ser vivo, y en específico para los fines del artículo a los cánidos.

Si por ser o sustancia entendemos a los cánidos, entonces el ser en potencia aplicado a ellos serán las posibilidades que existen en él para lograr desarrollarse; la primera y fundamental es la genética, pues ella determina lo que un cachorro puede llegar ser en diferentes aspectos, tanto fenotípicamente como genotípicamente; otro aspecto es la crianza que tiene por parte de la madre y por último es el criador al aplicar en ellos un programa de estimulación temprana. Cuando antes de una cruza se escogen a los padres reproductores y se visualiza los aportes que tiene cada uno por su genética se piensa en el ser en el acto pues apelamos a lo que ya está dado y se conoce de los padres, pero una vez que se ha realizado la cruza y sabemos que la hembra está preñada, entonces se piensa en el ser en potencia, cachorros que pueden convertirse en excelentes perros de trabajo.


La ética y responsabilidad la entiendo al preservar la raza, es decir, al realizar cruces solamente entre pastores holandeses registrados, es hacerse responsable de crianza de los cachorros, al apoyarse de un programa de estimulación temprana, el cual ayudará a crear las sinapsis necesarias para su desarrollo como perro de trabajo, es despertar los impulsos a temprana edad, mediante estímulos en los ejercicios a realizar y también es cuidar de los cachorros en su salud, haciendo lo necesario para que su crecimiento físico sea el mejor desde la concepción y hasta la entrega a sus nuevos propietarios.


A continuación daré una serie de recomendaciones, que forman parte de ejercicios del programa de estimulación temprana y de igual forma cuidados sobre la madre y la salud de los cachorros. Cuando se aproxime el momento de cruzar a nuestros perros, estos tienen que estar en buenas condiciones físicas, deben estar libres de parásitos externos, así como desparasitados y necesitan estar vacunados días antes de la cruza, para que por un lado la madre le transmita a los cachorros la inmunidad de la vacuna y por otro no les transmita los parásitos intestinales, en el proceso de preñez de la hembra, se le alimentara con croquetas de calidad para cachorro y si es BARF la alimentación será variada, incluyendo vitaminas, minerales y proteínas de la mejor calidad posible, también se le dará medicamentos homeopáticos: 1. Sulfur, 2. Tuberculinum, 3. Syphilinum, alternándolos cada 15 días en disolución C200, 25 gotas en 100 ml y dar una vez al día de 5 a 10 ml que ayudarán a los cachorros a desarrollarse más sanos, pues el objetivo último es potencializar y apoyar el desarrollo de estos para que nazcan con un sistema inmune fuerte. (Manual de Medicina Veterinaria Homeopática, Dr. Favio F. Briones, BJain Publishers, New Dheli, India. 2001. p. 175).


Responsabilizarnos de la hembra al evitar que durante los primeros 15 días realice actividades que impliquen saltos, movimientos bruscos, o se estrese, pues se corre el riesgo que haya desprendimiento de los óvulos ya fecundados o absorción, y al no tener estos cuidados necesarios puede ser que no quede preñada o que nazcan pocos cachorros, para comprobar que la perra está preñada se realiza un ultrasonido a los 30-35 días, una vez que se ha confirmado la gestación y para no tener problemas durante el parto se puede hacer una radiografía a los 58 días para no afectar a los cachorros con los rayos X, de esta manera comprobar el tamaño de los cachorros y prever cualquier situación que pudiera complicar el parto y así poder realizar cesárea.

Una semana antes del parto y apoyándonos de la medicina homeopática se le suministrarán cuatro medicamentos, Árnica, Cimifuga, Pulsatilla, Caulophyllum en disolución a la 6a. 25 gotas de cada medicamento en 100 ml y dar dos veces al día 5 ml, estos medicamentos tiene la función de una correcta dilatación en el cuello uterino, evitan el dolor durante el parto, mejoran las contracciones y el correcto acomodo de los cachorros. (Manual de Medicina Veterinaria Homeopática, Dr. Favio F. Briones, BJain Publishers, New Dheli, India. 2001. p. 175).


La estimulación temprana con los cachorros se comienza dos semanas antes del parto, tocando la parte del abdomen de la perra varias veces al día para que los fetos comiencen la motilidad y esto ayude a que al nacer no sean cachorros pasivos. Recomiendo que el parto sea dentro de casa, evitar el estrés y que el sitio donde vayan a nacer los cachorros sea cálido, de ser posible en la sala o comedor, pues este ambiente ayuda mucho a la maduración de los cachorros por los sonidos con los que van creciendo, televisión, licuadora, portazos, radio, además de que al estar cercanos es más sencillo desarrollar el programa de estimulación temprana.

Una vez que han nacido los cachorros se ha de cuidar de ellos preservando la vida ante cualquier situación, si alguno necesita de la intervención de manera constante para que pueda sobrevivir se hará todo lo necesario. Durante las primeras 48 horas permitiremos que la madre los impregne y acepte, siempre vigilar que estén con bien, se les colocará un collar o distintivo de color en el cuello para diferenciarlos y poder evaluarlos de manera individual en cada ejercicio que se realice en el futuro.


A partir del segundo día de nacimiento se realizarán tres ejercicios dos veces al día, para estimular el sistema nervioso central y la motilidad.


Dominancia flexora: tome al cachorro y suspéndalo en el aire por 10 segundos, debe responder flexionando las extremidades, la columna y su cola, después acariciar, acercar a nuestro pecho 15 segundos, luego exhalar en el hocico, pegarlo al hocico de la madre y después colocarlo en las chiches.


Reflejo de magnus, flexione la cabeza del cachorro hacia el lado derecho, él debe responder extendiendo las patas y girando hacia ese lado, realizarlo en tres ocasiones por cinco segundos; luego hacer lo mismo del lado izquierdo, acaricie y acerque a su pecho 15 segundos, luego exhalar en la boca del cachorro por 10 segundos, finalmente pegarlo al hocico de la madre y luego colocarlo en las chiches.


Reflejo de rooting, coloque la mano en forma de copa, justo delante de la boca del cachorro, debe esforzarse por acercarse y localizar la fuente de calor, cargarlo para acariciarlo y acercarlo a su pecho, después exhalar en su boca por 10 segundos y acercarlo al hocico de la madre y finalmente a las chiches.


En la segunda semana los ejercicios anteriores los podemos seguir haciendo, y ahora…

Vamos a estimular a la madre para que continúe ayudando a los cachorros a evacuar, cargamos al cachorro y lo ponemos frente a la madre para que lo estimule en el área urogenital, al mismo tiempo acariciamos a la madre y se lo acercamos a la chiche.

Toda vez que nos acerquemos a la paridera hacerlo con silbidos, palmadas y siempre música clásica o que tenga sonidos agudos a un volumen moderado.


Para estimular la audición en los cachorros utilizaremos un silbato ultrasónico de alta frecuencia que se usará cada vez que el cachorro esté recibiendo su alimentación, realizarlo cuando estén despiertos los cachorros. Antes de comenzar los ejercicios de la tercera semana desparasitamos por primera vez a los cachorros.


La tercera semana es muy importante para el cachorro, pues los estímulos que ha recibido se verán reflejados en la cercanía al humano, las conductas exploratorias y la seguridad ante experiencias desconocidas.


Para evacuar los cachorros ya lo hacen de manera independiente y aunque la madre continúa estimulándolos, buscaremos que la paridera esté limpia, entonces se les proporcionarán sus croquetas y 10 minutos después se les sacará de la paridera a un área verde para que evacúen, después regresarlos uno a uno a la paridera.


Aunque no han desarrollado del todo su audición y la vista, realizaremos un ejercicio que es muy importante en el carácter y la maduración del cachorro: los colocaremos en una esquina de la paridera y del otro lado les pondremos un juguete para bebé que emita luz y sonido y además vibre; observar y anotar qué cachorros se acercan con mayor rapidez y seguridad.

Antes de que coman los cachorros se les llamará mediante silbidos y palmadas fuertes para captar su atención; luego se les acercará la madre para que coman, mientras lo hacen se hará sonar la vara de bambú cerca de la nuca y se les acariciará en su espalda al mismo tiempo que se les silba, después se hará lo mismo con latas y un bote con piedras, esto por seis minutos continuos, luego se les acariciará y se dejará de hacer ruido. Repetir una vez al día.


Cuarta semana, entramos en un proceso en el cual el cachorro percibe estímulos visuales y auditivos de manera más fuerte, por tanto, el objetivo es reforzar los patrones de conducta social entre los cachorros, la madre y con los humanos.

Conducta exploratoria; permitirles salir de la paridera a los cachorros por lapsos largos, colocar en su camino juguetes llamativos medianos que emitan sonidos y luces, botes de pet, llaves, una cacerola liviana que puedan arrastrar, llamarles a la cocina o comedor mediante palmadas, silbidos o golpeteo de los pies en el suelo y dejarlos ahí que investiguen y antes de regresarlos, darles de comer. Esto hacerlo dos o tres veces al día.

Habituación; que un niño de tres o cuatro años merodee por la paridera y se le permita interactuar con los cachorros, que los cargue y acaricie, exhale en sus hocicos uno a uno, sin que los maltrate o espante, realizar el ejercicio dos veces al día.


Cuando los cachorros estén comiendo ya sea de la madre o su alimentación diaria extra, tirar cohetes a la entrada de la casa o romper globos o sonar la vara por unos segundos y día a día incrementar el tiempo.


Sacarlos al jardín o área verde una vez al día y permitirles que exploren en el área. desparasitar por segunda ocasión.


Quinta semana, en este periodo es cuando todo lo que hemos hecho con los cachorros lo tenemos que reforzar y encauzarlos a formar cachorros duros o fuertes ante los estímulos externos, durante esta semana realizaremos estos ejercicios, pero ahora por más tiempo.


Mediante palmadas y silbidos haremos que los cachorros nos sigan y en ese lugar colocaremos toda clase de objetos, que suenen y se muevan, algunos que puedan morder, pero que sean grandes, pelotas pequeñas, una grabadora con música a volumen más o menos fuerte, botes de pet, la vara de bambú sonarla fuerte, después dejar entrar a la madre y que los cachorros coman de ella y mientras eso pasa, tronar cohetes o si se tuviera material hacer disparos, de no contar con eso utilizar el látigo; al terminar, acariciar a los cachorros uno a uno; una vez al día está bien.


Comenzar el juego de presa; pasar enfrente de ellos una jerga para estimularlos, observar quién trata de perseguirla y trabajar con ellos individualmente, pues en los días próximos ellos serán guías de sus hermanos que no han despertado el instinto, realizar el juego dos veces al día.


Continuaremos con el niño y que los cargue, les exhale en la trompa y acaricie, de igual forma lo harán los adultos para fortalecer la conducta de sociabilización y evitar que el cachorro no cree un lazo de apego fuerte al humano. Tres veces al día es suficiente.


Sexta semana, experimentaremos en otros ambientes y estimularemos aún más su conducta exploratoria.


Si se cuenta con una tina grande la llenaremos de agua a temperatura agradable para los cachorros y uno a uno los meteremos tomándolos del pecho con las dos manos y permitiéndoles que naden un poco, después de unos minutos sacarlos y secarlos, luego alimentar con croquetas y para finalizar traer a la madre y que coman de ella, una vez a la semana hasta que se vayan a su nuevo hogar.


Por la edad ya es difícil que sigan dentro de casa, entonces comenzaremos el proceso de cambio a su nuevo hábitat, llevaremos a los cachorros el primer día y los dejaremos con la madre por un par de horas para que los alimente y también dar croquetas nosotros, el segundo día dejarlos más tiempo y hacer lo mismo el tercer día incrementando el tiempo y el cuarto día dejarlos en su nueva casa.


El impulso de presa es ahora el que debemos de potencializar, con la jerga que teníamos seguiremos estimulando a los cachorros en conjunto para que todos muerdan la jerga, después uno a uno probarlos para ver la intensidad y el grado de fuerza que tienen por la presa y poder valorarlos, luego jugar con ellos aventándoles una pelota y/o unas llaves, este ejercicio hacerlo uno por uno, realizar los ejercicios una vez al día. Vacunar el día uno y aplicar la tercera desparasitada el día 7.


Séptima semana, los ejercicios a realizar seguirán siendo fortalecer la mente del cachorro.


Vamos a llenar una tina con botes de pet y algunas latas, así como botes metálicos, luego llamamos a los cachorros y su comida la vertemos dentro de la tina y los cachorros tiene que lanzarse por ella y buscarla entre las botellas. Una vez al día es suficiente.

Continuando con el impulso de presa, ahora vamos a estimular a los cachorros con la misma jerga que hemos utilizado a que muerdan dentro de la tina llena de botellas de pet y latas; o bien, podemos introducir un doly o tela de yute, el ejercicio lo realizaremos con todos los cachorros, de ser posible una vez al día o cada tercer día. En esta semana los cachorros deberán permanecer todo el día fuera de su casa, pues necesitamos que jueguen entre ellos y que la madre enseñe, de igual forma estar en contacto con niños, personas adultas y perros medianos, pequeños y adultos, pero que no los agredan.


Octava semana, continuamos con los ejercicios anteriores, pero ahora se harán agregando nuevos artificios y de manera individual.


Tomar uno a uno y hacer las pruebas de mordida, presión y temperamento, para este ejercicio daremos a morder la jerga mientras introducimos al cachorro en los botes, hacemos sonar el látigo y después la vara de bambú, prendemos la podadora o un pulidor, en cuanto el cachorro muerda profundo se le da a ganar, estos mismos pasos los vamos a realizar con una manga suave, con un doly o con una pelota con cuerda.

Conclusiones:


Mencionar a manera de conclusión, que el ser en el acto aristotélico de la mano de la ética y responsabilidad, nos ayuda a pensar en lo que pueden ser esos cachorros, visualizar en lo que se pueden convertir y a partir de eso hacer todo lo posible para que los cachorros logren desarrollar todas sus capacidades e instintos, es llevar a cabo el programa de estimulación temprana, ya que es elemental para la formación de los futuros perros de trabajo, pues mediante dicho programa potencializamos su genética, con los cuidados hacia la madre y la salud de los cachorros potencializamos su fenotipo, al realizar cruces entre pastores holandeses registrados ayudamos a preservar la raza.

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