Por Miguel Salvador Campos de León
El Bulldog Inglés es un perro de pelo corto, de complexión pesada, más bien bajo en estructura, ancho, poderoso y compacto, Posee una cabeza visiblemente grande en proporción a su tamaño, pero ninguna parte más de su cuerpo debe tener un volumen excesivo en relación con otras, rompiendo así la simetría general, haciendo ver al perro deforme o interfiriendo con su capacidad de movimiento. Tiene la cara corta, el hocico ancho, romo e inclinado hacia arriba. El cuerpo también es corto, de buena estructura, sin tendencia a la obesidad. Los miembros son fuertes, bien musculados y robustos, debiendo ser los posteriores altos y fuertes, pero algo más livianos en comparación con el pesado de frente. Las hembras no deben ser tan desarrolladas como los machos.
El Bulldog Inglés debe dar la determinación de fuerza, de actividad, siempre alerta, valiente, leal, dependiente, valeroso, feroz en apariencia, pero poseedor de una naturaleza efectiva única.
Su carácter debe de ser vivo, afable y amable, digno de confianza y valiente. Su temperamento debe ser pacífico y elegante. Estos atributos deberán verse reforzados por la expresión y el comportamiento.
Los cuidados más importantes en la raza son: alimentación, ejercicio, reposo, temperatura y pelo.
¿Por qué tener un Bulldog Inglés?
Porque es un perro doméstico perfecto para cualquier tipo de viviendas, no necesita mucho espacio, es de fácil adaptación, no alborota y raramente es ladrador. Esta raza ha sido adaptada para la vida familiar, destacan por ser incansablemente cariñosos, leales, agradecidos y especialmente graciosos.
Pocas razas son tan expresivas como el Bulldog Inglés.
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