Por Ing. Quim. Laura Tinoco García | Dachshunds Tinoco’s Entropie
Cuántas veces hemos oído hablar del necio carácter del Dachshund, de lo ladrador y agresivo que puede ser con los vecinos y que los veterinarios le temen en la consulta. Esto puede evitarse, como con cualquier perro. Si deseamos corregir o, mejor aún, evitar este tipo de conductas es importante comprender completamente su carácter y comportamiento. Estos están directamente relacionados con el origen de la raza, por lo que debemos conocer sus antecedentes históricos y para qué fue creada, o sea, su función zootécnica.
Antecedentes históricos del Dachshund
El Dachshund es un perro de origen alemán, también se le conoce como Teckel (o Dackel) y, por sus proporciones, se le conoce comúnmente como perro salchicha.
Sus orígenes se remontan alrededor del siglo XVII. Las alimañas, zorras y tejones eran especies indeseables para los seres humanos y las montañas y valles eran excelentes zonas de protección de estas especies que los perros cazadores de tamaño normal no podían atrapar, así que se vieron en la necesidad de crear un perro que pudiera cazar estas especies, principalmente en sus madrigueras, de allí su nombre: dachs-tejón, y hund: perro (perro cazador de tejones).
Los primeros antepasados del Dachshund eran perros de caza de patas cortas y cuerpos alargados, criados selectivamente para ser valientes, tenaces, independientes y capaces de entrar en madrigueras estrechas. Estos perros eran muy apreciados por su habilidad para rastrear y cazar animales que se escondían bajo tierra, en sus madrigueras. Todo silvicultor tenía una manada de dachshunds criados con el instinto de la cacería. Dado que alrededor de las granjas podía ser peligroso, por la llegada de extraños, se generó también el instinto de protección del hogar al que pertenecían, para ahuyentar a extraños y defender a los miembros de su hogar de los mismos, de allí su carácter defensor con extraños que se acercan a la casa.
El Dachshund de tamaño estándar se desarrolló para oler, perseguir y ahuyentar a los tejones y otros animales que viven en madrigueras, mientras que el Dachshund miniatura y el caza del conejo se criaron para cazar animales pequeños como conejos y ratones.
La peculiar fisonomía del Dachshund se debe a una característica denominada bassetismo, que es la que dota al perro de extremidades cortas en proporción con el tamaño de su cuerpo, muy adecuado para adentrarse en las madrigueras de los tejones y demás alimañas.
Se cree que el pelo liso, o corto, se creó cruzando el Bracke en su versión original con el Pinscher, el Pointer francés miniatura y el Basset Hound francés, y en otras versiones se habla de una mutación (el bassetismo) del Bruno de Jura tipo Saint Hubert que dotó a la nueva variedad de perro de extremidades cortas en proporción con el tamaño de su cuerpo. La mutación Basset de la raza original se cruzó posteriormente con el Pinscher, y así se obtuvo el Dachshund de pelo corto.
El Dachshund de pelo de alambre, o pelo duro, nacería aproximadamente en el siglo XVIII, e incluyó en sus cruzas a los Dachshund de pelo liso o corto y a los Schnauzer.
El Dachshund de pelo largo es probable que haya sido creado cruzando un Dachshund de pelo liso con spaniels alemanes e ingleses.
El carácter del Dachshund
La conducta del Dachshund, o perro salchicha, puede variar de un individuo a otro, pero en general, presenta características distintivas que son comunes en la raza y que principalmente dependen de la función zootécnica para la que fueron creados: la cacería.
En primer lugar, los dachshunds son conocidos por ser perros valientes y decididos, lo que se puede confundir con terquedad y obstinación. Aunque su tamaño es pequeño, tienen una personalidad intrépida y no suelen retroceder ante desafíos. Tienen una naturaleza independiente y a veces muestran comportamientos dominantes si no se les establece una estructura adecuada y se les entrena con consistencia. Por lo tanto, es importante proporcionarle una educación temprana y consistente para establecer límites y enseñarles buenos modales.
Además de su valentía, los dachshunds son conocidos por ser perros leales y afectuosos con sus dueños. Suelen formar fuertes vínculos con sus familias y disfrutan pasar tiempo junto a ellos. Pueden ser perros cariñosos que buscan atención y afecto, y pueden desarrollar una fuerte dependencia emocional con sus seres queridos. Son excelentes con los niños, pues los adoptan como parte de la manada y los defienden de extraños y otros animales.
Debido a su instinto de caza, los dachshunds también pueden tener una fuerte propensión a perseguir pequeños animales y mostrar comportamientos de excavación (si no te gusta que tu jardín tenga hoyos, no adquieras un Dachshund, trae en la sangre buscar madrigueras). Algunos pueden ser propensos a ladrar o a mostrar una actitud protectora hacia su territorio, lo que puede requerir entrenamiento adicional para controlar estos comportamientos.
Es muy valiente, sin que nada lo acobarde, pero prefiere evitar combates inútiles y sangrientos, sin perder por ello su obstinación y perseverancia. Todos hemos visto a un pequeño Dachshund ladrarle a un Doberman o a un Gran Danés, pero lo hacen manteniendo una distancia razonable.
Lo atractivo de esta raza radica en las múltiples facetas en su personalidad: es un gran amigo que no requiere adulación, gran compañero que te acompaña a cualquier parte y caminará lo que le pidas; es un fiero defensor de tu casa y de los miembros de la familia, dulce con los niños de la casa; tiene una fidelidad mezclada con gran parte de obstinación; es un compañero simpático, inteligente y, si se le educa desde pequeño, obediente y limpio.
Es una raza recomendada para personas que entiendan que la obstinación no es un defecto sino un rasgo de la personalidad. No es recomendado para personas poco consecuentes o pacientes, porque en eso estriba como educarlo. El Dachshund requiere ejercitación física media y atención, así que, si no tienes tiempo para sacarlo a pasear dos veces al día y convivir con él, pues lo dejas solo todo el día, entonces no es una raza para ti.
Si analizamos el comportamiento de los Dachshund, de acuerdo al tipo de pelaje, encontramos que los de pelo largo son tranquilos y silenciosos, mientras que los de pelo de alambre o duro, por tener antecedentes de terrier son traviesos y alborotadores (son los bufones de la casa), pero muy aguantadores al esfuerzo físico, mientras que los de pelo liso o corto son de carácter intermedio.
Con un adiestramiento adecuado, sociabilización temprana y una guía consistente, los Dachshund pueden convertirse en mascotas maravillosas y fieles compañeros.
El adiestramiento del Dachshund
Si te enfrentas con tu Dachshund a una lucha de poderes, te lo digo desde ahora, ¡ya perdiste! Adiestrar a un Dachshund requiere de amor, paciencia, consistencia y muchos premios. Sólo emplea refuerzos positivos con tu Dachshund, nunca castigos o regaños.
Aquí hay algunos puntos clave para tener en cuenta al amaestrar a un Dachshund:
Mientras más temprano inicies, más notorios y permanentes serán los resultados. Hay que establecer las reglas y límites desde el principio (tres meses de edad), sentando las bases de un comportamiento adecuado a lo largo de su vida. Aquí es cuando debe aprender el “no”, fuerte y con autoridad. Si entiende el “no”, puedes evitar que te muerda, que se orine o defeque en lugares no permitidos, que haga destrozos, que tenga comportamientos agresivos con otros perros, etc.
Sociabiliza a tu Dachshund una vez tenga su plan de vacunación inicial completo. Lo deseable es iniciar a muy temprana edad, pero también hay que cuidar la salud del pequeño. Hay que exponer en forma temprana al cachorro a una gran variedad de situaciones (ruidos, truenos, pirotecnia, personas y otros perros, etc.), lo que ayudará a prevenir la timidez o la agresividad hacia otros perros y extraños cuando ya sea adulto.
Siempre emplea refuerzos positivos. Los Dachshund responden excelentemente al premio, el cual puede ser un elogio, una caricia, comida o juguetes. Cualquiera de estos premios servirá para reforzar los comportamientos deseados, al premiar los avances en el entrenamiento de conductas deseables.
Entrenamiento consistente. Sé coherente con las órdenes y comandos que uses para amaestrar a tu Dachshund. Usa las mismas palabras, gestos y tono de voz para que el cachorro relacione la orden con la conducta que desees que aprenda.
“Ven” es la palabra clave para evitar desgracias. Debes enseñarle a venir y no lo uses si lo quieres regañar, el “ven” siempre debe ser premiado. El Dachshund debe asociarlo con algo positivo y atractivo, para que sienta que, si le dicen “ven”, deberá responder de inmediato. Esta palabra puede salvarle la vida a tu Dachshund si sale corriendo de tu casa, o si se rompe la correa, cuando lo estás paseando.
Repetición. Repite una y otra vez los ejercicios de entrenamiento en tiempos no mayores de 15 minutos, después de ese tiempo ya no te va a prestar atención. Haz repeticiones varias veces al día y siempre premia cuando se logre la conducta adecuada. Usa varios tipos de premio (caricia o alimento, o ambos) y reafirma verbalmente la orden, por ejemplo: “sí, sentado”.
Establece límites y las reglas de la casa. Los límites deben ser claros y consistentes. Por ejemplo, no le prohíbas que se suba a los muebles y luego lo subas tú. Debes incluir aquí áreas restringidas en la casa, ya sea muebles o habitaciones, así como comportamientos no deseados, como es saltar sobre las personas. Puedes usar el comando “no” o “quieto” para corregir comportamientos no deseados.
La caminata es una increíble herramienta. Debes asegurar que tu Dachshund realice suficiente ejercicio físico y mental. Las caminatas permiten que se logren ambos, pues aparte de quemar energía, van oliendo, reconociendo y conociendo cosas nuevas. Cambia tus recorridos para darle nuevos estímulos a tu Dachshund. Unos 15-20 minutos en la mañana y otro tanto en la noche lograrán un Dachshund con un carácter estable, que no sufra de ansiedad de separación y no haga destrozos en la casa. Esta raza tiene energía y necesita actividades regulares para mantenerse saludable y evitar comportamientos destructivos debido al aburrimiento. Durante las caminatas puedes tener ratos de ejercitación de obediencia.
Paciencia y constancia en todo momento. El adiestramiento de un perro Dachshund puede llevar tiempo y paciencia, pues debes hacer que tu cachorro desee hacer lo que le pides, y eso es mediante el reforzamiento positivo, pero eso implica repetir una y otra vez los ejercicios y los correctivos del entrenamiento. Hay que evitar castigos físicos o regaños excesivamente duros, pues pueden impactar en su confianza y minar la relación con tu perro.
Orinar y defecar en el lugar correcto. Tienes que saber que, si un perro se orina en un lugar inadecuado, unos minutos después ya no sabe que esa orina era suya, así le restriegues la cara, le des un periodicazo y lo regañes muy fuerte, no sabe qué es lo que hizo mal y estarás minando la relación que tienes con él. Para corregir a dónde debe ir a defecar u orinar, lo primero que debes hacer es atraparlo en el acto y lo llevas a donde deba satisfacer sus necesidades; una vez que termine allí lo premias, aunque haya hecho muy poco. Lo ideal es conocerlo y saber qué hace antes de evacuar y miccionar, ya conociendo su comportamiento antes de “ir al baño”, puedes llevarlo a tiempo para que defeque y orine donde deseas lo haga. Puedes utilizar tapetes absorbentes o pasto sintético para que cuando tú no estés en casa, tenga un lugar al cual ir si no puede salir.
La enseñanza de obediencia te puede ayudar en situaciones de tensión, por ejemplo, en las visitas al veterinario, o en la estética. Puedes llevar a tu Dachshund a la escuela de obediencia, pero elige aquella escuela en la que tú eres el que practica los ejercicios y no un entrenador, en la escuela de obediencia te deben enseñar y corregir para que las instrucciones sean claras y comprensibles. Si alguien más lo practica, y tú sólo estás de espectador, no es suficiente… y sólo habrás tirado tu dinero a la basura.
Cada Dachshund puede requerir enfoques con ligeras variaciones en su educación. Siempre es conveniente buscar la ayuda de un adiestrador profesional o de un etólogo cuando haya comportamientos no deseados que no se logran erradicar. El criador de tu Dachshund debe ser también alguien que te puede resolver dudas que tengas sobre su comportamiento y como corregirlo.
Como lidiar con la agresividad
Si tu Dachshund es adiestrado y sociabilizado desde pequeño, además que se le ejercite y se practique la obediencia, no debería haber problemas de agresividad, pues normalmente un perro es agresivo por miedo más que por otros factores, así que, si está correctamente sociabilizado, deberá tener una conducta estable ante otros perros y seres humanos.
Si tu Dachshund muestra signos de agresividad persistente o agresión hacia otras personas, o animales o inclusive hacia ti, es recomendable buscar ayuda con un etólogo que te enseñará a establecer las reglas de conducta con tu Dachshund y lograr un comportamiento adecuado. Lo más seguro es que le hayas fijado conductas inadecuadas y con ejercicios que te indicará el etólogo lograrás erradicarlas y lograr una relación más armoniosa con tu perro.
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