Por. Robeto Castañeda
Mónica Torres
¿Te gustaría tener un perro juguetón, inteligente, sociable, extrovertido, amigable y activo?
Si es así, el Pomeranian es para ti.
Se origina en el Ártico y son descendientes de los Spitz, perros de trineo que tienen gran tamaño, sus primeros descendientes se remontan en el S. XVIII se utilizaban para pastorear. Su llegada a Europa es por medio de Mecklemburgo-Pomerania Occidental. Después durante el S.XX se realizaron varios cruces para poder crear al Pomeranian que conocemos actualmente. Un perro que lleva su nombre en honor a la región Polaco-Alemana dónde se dio a conocer por primera vez en Europa.
Hoy en día su tamaño es más pequeño, además de que los diversos cruces han dado lugar a una gran diversidad de colores entre los que destacan el negro, pardo, blanco, anaranjado, grisáceo y otros colores como el crema, crema sable, anaranjado-sable, negro con fuego y manchado en el caso de estos últimos deben tener color blanco de fondo además de que las manchas de color negro, pardo, gris o anaranjado deben estar distribuidas por todo el cuerpo.
Es importante que los colores sean uniformes para que se considere dentro del estándar por ejemplo si el perro es blanco, su pelaje no debe tener manchas amarillentas que con frecuencia suelen encontrarse en las orejas.
En cuanto a su personalidad es cariñoso con la familia, amigable con los niños, con los extraños suele ser desconfiado al principio.
Tiene una gran capacidad de adaptarse a los climas fríos, tolera estar solo además de ser buena opción para las personas que no cuentan con el espacio suficiente y desean sentirse acompañados por un perrito.
Enfermedades de los Pomeranian:
El Pomerania es un perro muy saludable que se puede mantener en buen estado de salud siempre y cuando lleve una dieta adecuada, sin embargo puede llegar a sufrir ciertos padecimientos como, luxación de rótula, enfermedades cardiacas, colapso de tráquea, desórdenes en los conductos lagrimales, cataratas, epilepsia, hipoglucemia o hipotiroidismo.
También son propensos a padecer problemas relacionados con alergias en la piel, como alergias que pueden desembocar en dermatitis, aunque esto es controlable con buenos hábitos, llevándolo a sus consultas veterinarias regularmente. Además de no olvidar desparasitarlo y vacunarlo a tiempo.
Cuidados básicos
Se debe tener cuidado especial con el pelaje para mantenerlo en todo momento impecable y así evitar problemas dérmicos, los cepillados se realizan diariamente para eliminar pelo. También se debe bañar una vez al mes para limpiarlo a profundidad con un champú especial para cuidar su piel y no irritarla debido a que posee gran cantidad de pelo es recomendable mantenerlo en un lugar fresco ya que el exceso de calor es peligroso para ellos.
Es importante cuidar muy bien de su alimentación ya que tienden a engordar fácilmente, si esto ocurriera podría afectar gravemente su corazón. Un alimento balanceado, nutritivo, de buena calidad y en pequeñas porciones bastara para que el perro este saludable.
Por su tamaño pudiera llegar a aparentar que no necesita de grandes cantidades de ejercicio, sin embargo una salida a caminar, correr o jugar al parque bastará para que no se vuelva un perro huraño al igual para que tenga un buen estado físico.
No debemos olvidar que dentro de los cuidados del Pomeranian se encuentran el adiestramiento y la sociabilización es primordial desde que es cachorro para que al llegar a la edad adulta sea un animal equilibrado. Debido a que son animales muy hermosos y adorables a la vista muchas veces tienden a hacer lo que ellos quieren así que si no sabemos darle un adiestramiento firme y estricto se convertirá en un perro caprichoso y muy difícil de controlar.
Dato curioso:
Sabías que durante la historia documentada del hundimiento del Titanic solamente se pudieron salvar la vida de tres perros y dos de ellos pertenecían a la raza Pomeranian, esto sucedió debido a su pequeño y compacto tamaño por lo que sus dueños pudieron cargarlos en brazos sin problema alguno.
Además de que forman parte de la lista de los perros más pequeños y longevos que existen llegan a vivir de doce a dieciséis años.
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