Por Genaro Canto
Para los criadores del Akita Americano siempre es importante contar con una base sólida de ejemplares de calidad para la reproducción, en virtud de que lo óptimo es tener ejemplares con exámenes de salud y con sus títulos de campeonato. En consecuencia, es vital medir la calidad de las crías. Por ello es esencial conocer con “santo y seña” el estándar racial de nuestra raza.
Partiendo de ahí podemos realizar de forma objetiva una mejor selección de los cachorros que se van criando, aptos conforme al estándar y aquellos con buen movimiento y actitud para show.
Toda vez que los cachorros comienzan a posar en la mesa de arreglo, se puede ir observando su estructura destacando las virtudes y faltas que poseen, recordar que una buena estructura siempre estará por encima de cualquier color, pero también cuando se unen la estructura, el color, la actitud, el movimiento, tenemos un verdadero “garbanzo de a libra”.
A las seis semanas de edad podemos apreciar a un cachorro muy aproximado a las formas que tendrá cuando haya terminado de madurar, es entonces cuando recomiendo contemplarlos detalladamente. En aquellos cachorros que vayan más apegados al estándar y con una actitud brillante debemos poner especial atención, a ellos los denominaremos “cachorros prospectos para show”. A partir de ese momento empieza su carrera como ejemplar de exposición dando seguimiento y trabajo diario. Estos bebés aún “prospectos”, conforme se van desarrollando afianzan su calidad o, en su defecto, se descartarán para fines de exposición.
La FCM (Federación Canófila Mexicana) nos permite exponer cachorros a partir de la edad de tres meses en la categoría cachorro A, importante hayan cumplido con su esquema de vacunación y desparasitaciones al día, esto aunado a una buena alimentación y trabajo previo del manejador, conjugando estos elementos y dando cumplimento puntual de los mismos, podremos apreciar de mejor manera la calidad genética de nuestros ejemplares en exposición.
Sin duda, cuando llega el momento de exhibir nuestras crías, es un acontecimiento muy emocionante y apasionante que podemos disfrutar en familia, pues ver al cachorro que casi nació en tus manos ser juzgado por un Juez calificado, inmediatamente se aceleran los corazones convirtiéndose en un cúmulo de emociones, máxime cuando estos son premiados.
Independientemente de subir o no a pódium y disfrutar de los eventos, en cada show siempre ganaremos enseñanzas y experiencias que nos ayudarán a sacar conclusiones para la toma de decisiones en nuestro criadero, haciéndonos algunas preguntas: ¿Qué podemos mejorar?, ¿en qué estamos fallando?, ¿qué debemos mantener?, ¿hacia dónde voy?, ¿dónde estoy parado? etc., etc.
Para lograr el éxito en las exposiciones debemos ser capaces de trabajar en equipo, pues criador, manejador, dueño, son factores que deben estar en total sintonía haciendo sinergia.
En México, la FCM es el único organismo que nos puede entregar con validez oficial a través de exposiciones diferentes reconocimientos, tales como Mejor de Raza, Mejor de Grupo, Mejor de Exposición, acumulación de puntos para los diferentes tipos de campeonatos, etc.
Si bien los veredictos de los jueces son un tema de apreciación, es importante reconocer la derrota y la victoria. Conocer la opinión de los jueces respecto a nuestro ejemplar es de mucha ayuda, esta retroalimentación se da en ocasiones entre juez y manejador, por lo que sin duda será de mucho valor conocerla. Deportivamente hablando será de mucha ayuda a fin de sacar conclusiones y evaluar a nuestro ejemplar con los números y estadísticas del tiempo que duró en campaña.
Es por ello la importancia de exponer las crías, haciendo una atenta invitación a los criadores y dueños de exponer sus akitas a fin de aumentar el nivel de competencia y llevar una sana canofilia.
Al final del día, contar con ejemplares sanos, libres de enfermedades hereditarias, habiendo obtenido títulos en exposición, nos darán la confianza y mayor tranquilidad que nuestra crianza va por buen camino de manera responsable y ética, aportando nuestro granito de arena a la preservación de nuestra querida, hermosa y mejor de las razas: Akita Americano.
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