Por Elena Vlasenko | Criadero Vlasenko
Un poco de historia de la raza:
El Gigante de los Pirineos, a través de un breve resumen histórico, nos informa que ha estado en los Pirineos desde tiempos inmemoriales. Conocido en la Edad Media y utilizado como guardián de castillos, siendo ya apreciado como perro de compañía en el siglo XVII, conoció la gloria en la corte de Luis XIV. La primera descripción detallada de este perro data de 1897, en el libro del Conde de Bylandt. Diez años más tarde se crean los primeros clubes de raza, y en el 1923 la Reunión de los Aficionados de Perros de los Pirineos, por iniciativa del señor Bernard SÉNAC-LAGRANGE, inscribe el estándar oficial en la SCC. El estándar en vigor es todavía muy parecido al elaborado en el citado 1923; estas son sobre todo algunas precisiones.
El porqué de la raza:
De acuerdo a su función zootécnica ha sido utilizado para proteger rebaños contra los ataques de predadores, su selección se basó tanto en sus aptitudes para la vigilancia y la disuasión, como en su apego al rebaño; sus principales cualidades son la fuerza y la agilidad, así como la dulzura y la devoción hacia quienes protege; esta raza ha sido -desde tiempos inmemorables- la preferida de ganaderos para proteger su ganado con resultados excepcionales, tanto que en la actualidad sigue vigente cuidando ranchos ganaderos y producciones avícolas, entre otros.
La importancia de conservar la raza:
Todas las razas cumplen un propósito en particular: ya sea como compañía, apoyo en casa, cuidado de la familia o ayuda en el trabajo, todas las razas que conocemos existen gracias a que la crianza trató de atender las necesidades de sus respectivas regiones, para el Gigante de los Pirineos su propósito en la vida es apoyar en el trabajo como guardián de rebaños, sin embargo, es un excelente compañero, amoroso y devoto de su familia, sin olvidar que en la actualidad esta raza sigue cumpliendo con la función zootécnica para la que fue creado.
Porque si algo le define y caracteriza es precisamente el hecho de que se trata de un animal discreto, cariñoso, que adora sentirse mimado e integrado como uno más de la casa, tiene un finísimo sentido de la propiedad y de la discriminación que le convierten en un guardián excepcional e instintivo, si las circunstancias lo requieren, aunque raramente haga alarde de ello si no es realmente necesario.
De lo anterior expuesto, es comprensible que su relación con los niños sea excepcional; de hecho, todo ello justifica sobradamente que el Gigante de los Pirineos acepte con gran facilidad la llegada de un nuevo bebé, también que se manejen a la perfección en el seno de una gran familia donde hay muchos niños.
En este punto aprovecho para dejar los siguientes rasgos y datos generales que nos ayudarán a apreciar a un Gigante de los Pirineos:
Gran estabilidad emocional,
Enorme paciencia y capacidad de aguante,
Una personalidad tranquila,
Una marcada preferencia por la vida familiar.
APARIENCIA GENERAL: es un perro de gran tamaño, imponente y muy bien proporcionado, aunque sin carecer de cierta elegancia.
PROPORCIONES IMPORTANTES:
La amplitud máxima del cráneo es igual a su longitud.
El hocico es ligeramente más corto que el cráneo.
La longitud del cuerpo, desde la punta del hombro hasta la punta del glúteo, es ligeramente superior a la altura a la cruz.
La altura del pecho es igual a la mitad de la altura a la cruz o ligeramente inferior.
Sobre nuestro trabajo en la crianza:
En la crianza responsable y bien hecha, el factor suerte no cuenta; influye todo lo que hay detrás de cada padre y madre de los cachorros, y eso justamente explica que las camadas sean homogéneas, entendiendo por homogeneidad la calidad en todos sus aspectos (tipicidad, salud y carácter). Para mí es disponer de todo el tiempo necesario para atender personalmente a la madre y a los cachorros; de hecho, la paridera la monto en mi dormitorio, que es un espacio amplio y completo, desde que esta queda preñada hasta el primer mes de vida de los cachorros; luego estos pasan a un área de maternidad que es un espacio más amplio y conectado a un área de juegos donde disfrutan de las horas de sol en la que juegan primero entre sí, entre hermanos y bajo la estricta vigilancia de su madre y mía, para más adelante propiciar una correcta sociabilización.
A la hora de planificar una futura camada son muchos los factores que tengo en mente; de una parte, selecciono escrupulosamente los pedigríes teniendo en cuenta no sólo a los progenitores sino a sus parientes directos (padres, hermanos, abuelos y bisabuelos) e indirectos (tíos y primos e hijos de camadas anteriores). Luego analizo en profundidad la carga genética de unos y otros y lo que cada ejemplar aporta al cruce, puesto que del conocimiento de todos esos elementos y del buen uso que se haga de esa información, dependerá en gran medida la calidad de la futura camada.
Para nuestros clientes:
El mejor consejo que le puedo dar a cualquier persona que quiera disfrutar durante muchos años de un Gigante de los Pirineos sano, es que le deje crecer a su ritmo, es decir… despacio, teniendo por “despacio” que una hembra no alcanzará su plenitud física antes de los 18 o 20 meses, y que un macho no estará totalmente desarrollado hasta bien entrados los… tres años. Muchas veces nos preguntan acerca de tablas de crecimiento de cachorros… no existe una tabla de crecimiento, cada cachorro es un mundo, preocúpate de que esté sano y delgado, lo demás lo aporta la genética; él será lo que tenga que ser, disfruta verlo crecer, desarrollar su carácter y sobre todo disfruta de todo el amor que ansía darte día a día.
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