Genética del color en el chow chow: entre la tradición y la aparición de fenotipos atípicos como el merle y el chocolate
- PerrosPuraSangre
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Por Ignacio García Martínez, Amy Young Frick & Angélica Jiménez
IGAMS CHOW CHOWS
El color del pelaje en los perros es una de las características fenotípicas más visibles y valoradas, especialmente en razas puras como el chow chow. Una raza milenaria originaria de China, que posee un acervo genético que ha sido cuidadosamente conservado y resguardado durante generaciones. Los estándares oficiales reconocen una serie limitada de colores como parte del fenotipo aceptado: rojo, negro, azul, crema y leonado. Sin embargo, en tiempos recientes se ha observado la aparición de colores atípicos como el merle, chocolate, lila e isabella; éste es una variedad de color diluido que presenta un tono gris pardo claro, también conocido como fawn en inglés. Trataremos de explicar las bases genéticas de los colores tradicionales del chow chow y explorar por qué están emergiendo fenotipos que no corresponden al perfil genético histórico de la raza.
Colores tradicionales del chow chow
Los colores aceptados en el estándar racial están determinados principalmente por la expresión y combinación de dos tipos de melanina: eumelanina (negro, azul) y feomelanina (rojo, crema). La expresión de estos pigmentos está regulada por varios loci genéticos (Los loci génicos son posiciones específicas en un cromosoma donde se encuentra localizado un gen particular. El conocimiento de los loci es crucial para el estudio de la genética, ya que permite identificar la ubicación exacta en el ADN, facilitando investigaciones sobre herencia y enfermedades genéticas; El término “locus” en plural es “loci” y se usa comúnmente en mapeo genético y análisis evolutivo):
Locus E (MC1R): determina si se puede producir eumelanina o solo feomelanina. La eumelanina es responsable de los pigmentos negros, marrones, chocolates y grises en los perros, mientras que la feomelanina es responsable del pigmento bronceado y de todos los tonos de pigmento rojo, crema y oro. La proporción entre eumelanina y feomelanina determina el color general de la piel del perro. La feomelanina afecta al color de los ojos y la nariz, mientras que la eumelanina afecta al color del pelo. La ausencia de pigmentación produce el color blanco en los perros.
Locus K (CBD103): dominante sobre el locus A; su alelo Ké (brindle) no se encuentra en el chow chow.
Locus A (ASIP): regula los patrones de distribución de pigmento (recessive red en el caso del chow chow rojo).
Locus D (MLPH): controla la dilución del color, por ejemplo, azul (diluido de negro) o crema (diluido de rojo).
La combinación de estos genes determina los colores tradicionales: por ejemplo, un perro negro (eumelanina dominante) con dos copias del alelo recesivo d/d en el locus D tendrá un pelaje azul. De igual manera, un rojo con d/d puede resultar en crema.
La dilución del color: el gen MLPH
La dilución del color está asociada con variantes en el gen MLPH (melanophilin), responsable del transporte de melanosomas dentro de los melanocitos. Cuando está mutado (alelo recesivo d), se reduce la cantidad de pigmento funcional que llega al folículo piloso, resultando en colores diluidos.
El estudio “A novel MLPH variant in dogs with coat colour dilution” (Drögemüller et al., 2020) identificó una nueva variante funcional en MLPH que afecta la pigmentación canina. Aunque el chow chow ya presenta diluciones naturales (como el azul o el crema), la introducción de nuevas variantes o la selección intencional de combinaciones genéticas específicas puede producir fenotipos diluidos no característicos, como el lila o el isabella.
El merle y otros colores atípicos: evidencia de cruzamientos no deseados
El gen PMEL (Silver locus) es el responsable del patrón merle, un rasgo dominante incompleto que modifica la distribución del pigmento en el pelaje, creando un efecto jaspeado. Este gen no está presente naturalmente en el chow chow, y su aparición en ejemplares recientes indica introducción externa, es decir, cruzamientos con razas portadoras del alelo M (como el border collie, el Shetland sheepdog o el dachshund).
La expresión de merle es estéticamente llamativa, pero conlleva riesgos severos para la salud, especialmente en homocigotos (M/M), quienes pueden presentar:
Sordera congénita
Microftalmia y anormalidades oculares
Problemas neurológicos
La aparición de colores como chocolate, lila e isabella también apunta a la presencia de alelos recesivos como b (locus B) o combinaciones de b/b y d/d. Estos alelos no se encuentran en el pool genético tradicional del chow chow, y su presencia implica introgresión genética, es decir el movimiento de genes de una especie a otra a consecuencia de un proceso de hibridación interespecífica seguido de retrocruzamiento.
Implicaciones éticas y sanitarias
La aparición de colores atípicos en una raza como el chow chow no es simplemente una cuestión estética o de moda. Implica:
Alteración del pool genético de la raza
Pérdida de pureza racial y de predictibilidad fenotípica
Incremento en enfermedades genéticas ligadas a ciertos colores
Desde el punto de vista de la crianza responsable y la medicina veterinaria, es fundamental preservar la integridad genética de la raza, evitando la propagación de mutaciones que no solo son ajenas al estándar, sino que pueden comprometer la salud del animal.
El conocimiento genético nos permite comprender por qué los chow chow presentan los colores tradicionales aceptados por los estándares oficiales, y también nos alerta sobre las consecuencias de introducir fenotipos atípicos como el merle, chocolate o lila. Estos colores no forman parte del perfil genético histórico de la raza, y su aparición representa una señal clara de cruzamientos indebidos. La ciencia y la ética deben ir de la mano para proteger la salud y la autenticidad de una raza tan emblemática como lo son nuestros chow chows.
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