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Evaluando al Bulldog Francés


Por Paula Martínez | Criadora


Suele decirse que cualquier raza, debe poder reconocerse aún a medianoche, a la luz de la luna, solo por la silueta.


La silueta del Bulldog Francés debe mostrar un perro compacto, con patas y cuerpo bien musculados, huesos robustos, un cuello grueso y bien arqueado; presentando una línea superior con una ligera elevación sobre el lomo, descendiendo hacia la grupa. 


Las proporciones de la raza están íntimamente relacionadas con el balance y la simetría; estas dos últimas palabras son mencionadas dos veces en el estándar del Bulldog Francés, por lo que al evaluar a cualquier ejemplar de la raza la conclusión es que debe ser armonioso en todas sus partes, de tal forma que podamos ver a un pequeño moloso robusto, fornido, compacto y ligeramente más largo que alto. 


La cabeza del Bulldog Francés es sumamente importante para la tipicidad de la raza. Debe ser una cabeza ancha, cuadrada, con piel que cubra con algunos pliegues y arrugas; como las que se deben observar en la parte superior de la nariz y dos arrugas más simétricamente ubicadas a cada lado de la misma nariz.


La correcta mordida deberá ser prógnata, pero sin observarse la lengua ni los dientes inferiores cuando el perro tenga el hocico cerrado. Debe presentar la mandíbula, en donde se ubican los incisivos de forma recta, la cual le dará la cuadratura y anchura que el hocico debe tener; todo esto nos lleva a mencionar que una mordida, desviada o chueca, no debe ser premiada, como tampoco si se ve la lengua constantemente o los incisivos cuando el ejemplar tiene la boca cerrada, pues con el paso de las generaciones esto, al ser hereditario, irá en detrimento de la tipicidad de la cabeza y por ende de la raza.


Las orejas típicas del Bulldog Francés son llamadas “de murciélago”; estas serán unas orejas erguidas, anchas en la base, alargadas y abiertas al frente, siempre con puntas redondeadas, implantadas altas y colocadas en posición de 11:00 y 1:00 según las manecillas del reloj.


El momento óptimo para poder evaluar las orejas de un ejemplar NO es posado sobre la mesa; al pedir que muevan al perro ida y vuelta, al venir el ejemplar hacia nosotros, ese es el mejor momento de evaluar las orejas de un Bulldog Francés.


La línea superior o “Top Line”, debe presentar una ligera elevación sobre el lomo, esta forma es conocida como “espalda de carpa o de cuchara” y es una característica muy importante de la raza, con una grupa bien arqueada. Si dicha elevación comienza antes de la primera vértebra lumbar, se tendrá una INCORRECTA e INDESEABLE espalda de camello. Una línea superior recta o plana, es INCORRECTA e INDESEABLE, pues ésta hará que el tipo de un Bulldog Francés se pierda por completo. 


Todos los puntos anteriores deberán estar enmarcados dentro de un ejemplar con un temperamento sociable, alegre, cooperativo en pista y, por último, pero sin duda algo que abarca toda la estructura y temperamento del Bulldog Francés es el movimiento, el cual será con un buen alcance abarcando el mayor terreno posible con poco esfuerzo y con unos cuartos traseros con buen impulso en balance y coordinación con el tren anterior. Al caminar debe mostrar fuerza y facilidad. 


Los miembros anteriores se desplazan paralelamente al plano medio del cuerpo, tanto si se ven de frente como desde la parte posterior.


Es de suma importancia que, teniendo estos puntos como importantes, aunque definitivamente no son los únicos, el ejemplar típico y correcto no puede carecer de ninguno de ellos, tocados de forma puntual en este artículo. 



 
 
 

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