Por Lizeth Condado
El Yorkshire Terrier, actualmente es considerado una raza de compañía y como su nombre lo indica, es descendiente de la línea de los Terrier, término que procede del latín -terra-, cuyo significado es tierra. Todo esto hace sentido cuando conocemos la función zootécnica de esta raza, entendiendo que estos perros se criaron con el fin de cazar ratas y otros roedores, normalmente incómodos para el hombre.
Se puede decir que se trata de una raza creada por el hombre que compendia la reputación de los Terrier en cuanto a su valor, resistencia y tenacidad, contrastando sobremanera con su tamaño pequeño. Fue el favorito de los mineros de la zona inglesa de Yorkshire, en donde se empleó como ratonero en las minas de carbón, habiendo retenido el actual Yorkie la valentía y la astucia heredados de sus orígenes de perro trabajador.
Los Terrier son perros pequeños, robustos y activos; nacieron para ayudar al hombre a defenderse de los animales nocivos y en siglos pasados fueron utilizados por las clases menos favorecidas.
De ahí viene el carácter indomable y altivo que todavía permanece dentro de la familia de los Terrier, incluido el Yorkshire, que es un representante de gran relieve, aunque en la actualidad sólo esté considerado como un perro de compañía.
El origen del Yorkshire Terrier
La raza se originó entre Yorkshire y la contigua Lancashire, una región al norte de Inglaterra. A mediados del siglo XIX, obreros procedentes de Escocia llegaron a Yorkshire en busca de trabajo, trayendo consigo diferentes variedades de pequeños Terrier.
Las razas que aportaron genes a la creación del moderno Yorkshire Terrier, son esencialmente perros Terrier de origen escocés e inglés que existían en esa época. Esta teoría es una de las más aceptadas, aunque no se guarden evidencias correspondientes a los años en que se formó la raza.
Entre ellos destacan el Leeds Terrier de Pelo Largo, el Black and Tan English Toy Terrier, el Cairn Terrier o el Clydesdale Terrier, también conocido como Paisley Terrier, una raza que, aunque no existe hoy, leyendo las descripciones del color de su manto, encontramos semejanzas con el azul acero y dorado del Yorkshire Terrier actual. Como resultado se obtuvo un perro letal como ratonero, de pelo largo y que tomó el nombre de la región en la que se desarrolló mayoritariamente.
Su tamaño, aunque reducido, era mayor al que tiene la raza actualmente, con un peso de hasta siete kilos, lo que le llevó a ser capaz de enfrentarse a las alimañas más feroces. Hoy ese peso debe ser de menos de la mitad, habiendo perdido de manera mayoritaria su funcionalidad en pro de una popularidad como perro de compañía.
Con el tiempo evolucionó con resultados de perros más pequeños, mejores texturas, hocicos más cortos, etc., pero jamás perdiendo la esencia del Yorkshire Terrier, un perro de gran valentía, siempre alerta.
Popularidad
Su primera aparición en una exposición canina fue alrededor de 1880, e inmediatamente encontró una gran aceptación en el público, llegando a ocupar el primer lugar en las razas inglesas y convirtiéndose en uno de los perros de compañía más difundidos en todo el mundo, ¿cómo no iban a enamorarse de su sublime belleza con ese aspecto dulce?
En los últimos años, el Yorkshire Terrier ha demostrado estadísticamente ser una de las razas más populares entre los Terrier. Este diminuto perro, de personalidad atractiva, simpático e intrépido, se ha dado a querer por los aficionados de su raza en todos los rincones del mundo. Sus cualidades como compañero son insuperables, ya que es muy cariñoso, inteligente, obediente y un gran aprendiz; además, continúa conservando las características de valor y tenacidad propias de un perro varias veces más grande, ya que nos referimos a un can de espíritu gigantesco atrapado en un cuerpo pequeño. Su pequeñez le da una gran ventaja al momento de ser el elegido para convertirse en compañía de muchas personas en estos tiempos en los que nuestros espacios difícilmente se adaptan a perros de mayor tamaño; es por ello que esta raza ha tomado tanta popularidad entre la gente, ya que su tamaño representa practicidad para poder llevar a nuestro pequeño amigo a donde quiera que vayamos. Su afición a dar largos paseos sin cansarse, juntamente con su habilidad de practicar ejercicios en espacios más bien pequeños, permite acomodarlo en cualquier lugar, ya sea urbano o rural, pues se adapta a cualquier estilo de vida.
¿Quién diría que nuestro glamoroso Yorkie, con ese espectacular manto y expresión de dulzura, algún día fuera un perro cazador de ratas? En ese entonces, ¿quién se podría haber imaginado que ese perro ratonero se convertiría en la estrella de todas las pistas de show canino, cautivando las miradas de nuevos amantes de la raza?
¡Una raza como el Yorkshire Terrier no podría tener una historia menos fascinante!
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