Crianza responsable: compromiso, amor y responsabilidad
- PerrosPuraSangre

- 20 jun
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Por Georgina Martínez Olguín | Criadora
¿En cuántas ocasiones has oído o leído el término “Crianza responsable”?, o mejor aún, ¿realmente comprendemos lo que implica?
Desde la selección de ese cachorro que será parte de tu familia, hasta la responsabilidad de cuidarlo en su vejez, es una serie de factores para que ese pequeño se desarrolle a su máximo, tanto física como mentalmente, la responsabilidad que tenemos cada uno de nosotros al momento de realizar una cruza, tanto para nuestra querida raza, como para la sociedad. El tener un perro en casa va más allá de solamente proporcionarles alimento y un techo, implica un compromiso ético, emocional y legal donde tenemos que garantizar el bienestar de nuestros perros, así como una convivencia armónica con la sociedad, la crianza responsable es fundamental para asegurar que cada perro viva una vida plena, saludable y feliz.
¿Qué es la crianza responsable?
La crianza responsable no es simplemente permitir que dos animales se reproduzcan. La crianza responsable implica tener conocimientos profundos sobre la raza, su salud, genética, comportamiento, necesidades físicas y emocionales, así como tener un objetivo claro “Mejorar la raza”, nunca lucrar a costa de la salud o bienestar de los animales, un criador responsable siempre actuará con ética, responsabilidad y amor por sus perros. La base de una crianza responsable inicia de ese día que decides adquirir ese cachorro que te enamoró, el ser consciente de la responsabilidad que conlleva, iniciando la búsqueda a conciencia, conociendo criadores que tengan una base sólida en su plan de crianza (que realicen pruebas de salud a sus ejemplares, por ejemplo) que puedas tener buenas referencias sobre este criador y su aporte… y te preguntarás ¿para qué me servirá esto? Bueno si en algún momento decides iniciar en este hermoso camino de la crianza, este criador responsable seguramente te ayudará, aconsejará y dará seguimiento a ese cachorro que adquieres de él, así como seguramente si en un futuro ese cachorro -al ser adulto- decides también iniciar con él la crianza, luego entonces tu base será sólida, al estar adquiriendo un cachorro sano, ya que la base de la crianza responsable siempre será garantizar la salud física y mental de cada uno de los ejemplares.
Salud
Ahora, ya con ese nuevo miembro en tu familia, ¿qué camino hay que seguir? Es un camino sencillo, procurando siempre una alimentación balanceada, vacunaciones y desparasitaciones al día, visitas regulares al veterinario y es indispensable ofrecer espacios adecuados para que nuestros perros puedan ejercitarse, sociabilizar y desarrollarse a plenitud, la convivencia familiar y un entorno saludable para ellos siempre será primordial.
Desde el punto de vista genético, un criador responsable realizará estudios de salud necesarios antes de decidir cruzar a sus ejemplares, en nuestra querida raza hay algunas enfermedades de las que tenemos que estar atentos, como la Acrodermatitis Lethal (LAD), Enfermedad renal poliquística (PK), Parálisis Laríngea (LP), y la Luxación primaria de cristalino (PLL) mayormente en bull terrier mini, así como afecciones cardiacas como la displasia de válvula mitral y la estenosis aórtica. Al realizar estudios de salud, podemos estar tranquilos y entonces realizar de una forma responsable la cruza de nuestros ejemplares.
Reproducción consciente
Una de las áreas más sensibles de la crianza responsable es la reproducción. No todos los perros deben reproducirse. Antes de tomar esta decisión, es esencial evaluar si el ejemplar tiene las características físicas, genéticas y de temperamento adecuadas para perpetuar su linaje. Reproducir sin control ni conocimiento puede derivar en camadas enfermas, abandonadas o mal colocadas.
También es deber del criador responsable asegurarse de que los cachorros vayan a hogares comprometidos, donde recibirán amor, cuidados y seguimiento. Muchos criadores responsables incluyen cláusulas de contrato para garantizar que, en caso de que el nuevo propietario no pueda cuidar al perro, éste regrese con ellos.
Compromiso de por vida
Tener un perro es un compromiso que puede durar entre 10 y 15 años, o incluso más. Implica estar presente en todas las etapas de su vida: desde la energía desbordante de un cachorro hasta los cuidados especiales en la vejez. Es nuestra responsabilidad adaptar nuestro estilo de vida para incluir a nuestros perros como un miembro más de la familia, brindándole atención, compañía y respeto.
Además, un buen propietario está dispuesto a seguir aprendiendo, a informarse sobre salud, conducta y bienestar animal, y a corregir errores con paciencia y empatía. Un buen propietario, bien informado, seguramente en algún momento será ese buen criador. En el caso de quienes deciden dedicarse a la crianza formal, su papel va mucho más allá de “vender” cachorros. Un criador responsable es un educador, un acompañante, un cuidador de la raza. Conoce el pedigrí de sus ejemplares, realiza pruebas genéticas, selecciona hogares idóneos, y está disponible para brindar asesoría durante toda la vida del perro que salió de su casa.
Este compromiso se traduce en cachorros sanos, equilibrados y bien sociabilizados, que tienen muchas más posibilidades de adaptarse con éxito a sus nuevos hogares y vivir una vida plena.
Conclusión
La crianza responsable de perros no es solo un acto de amor, sino un deber moral hacia los animales y la sociedad. Implica pensar a largo plazo, actuar con ética y anteponer el bienestar del perro a cualquier interés económico o personal. Cuando cada propietario y criador asume su rol con responsabilidad, construimos un mundo más justo, donde todos los perros puedan vivir con dignidad, seguridad y afecto.







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