Creciendo con Border Collie

E.M.V.Z. Kalyn Alícia A. B. |  Lambda Borders

Tener un Border Collie es la experiencia más maravillosa que puede vivir cualquier persona.

Desde muy pequeña he tenido la oportunidad de convivir con Border Collies, y también he conocido perros de otras razas. Definitivamente, no hay nada mejor que los Border Collies. Muchas veces se tiene la idea errónea de que son perros extremadamente activos y que, para tener uno, se necesita un patio enorme o sacarlo a correr varios kilómetros diarios. La verdad es que el comportamiento del perro y la rutina dependerán mucho del estilo de vida de sus dueños.

He tenido Border Collies desde que era un bebé, y son perros maravillosos para los niños. No son agresivos; al contrario, son juguetones y protectores. Pueden estar con niños pequeños o bebés sin reaccionar de forma violenta.

Desde muy chica quería ser veterinaria, y mis “pacientes” con los que jugaba y a los que dejaba como momias vendadas eran mis Border Collies. Caminaban por toda la casa con las patas tiesas porque los vendaba desde el hocico hasta la cola, y nunca hicieron el más mínimo intento de esconderse, atacarme o resistirse. Son perros muy nobles y cariñosos. Incluso el macho más territorial me permitía entrar en su casita y pasaba horas con él allí dentro, algo que cualquier otro perro hubiera impedido.

Tampoco hay que olvidar lo extremadamente inteligentes que son. Recuerdo a amigos y familiares que tenían problemas para educar a perros de otras razas, pero yo nunca tuve dificultades con los míos. Al primero le enseñamos dónde hacer sus necesidades y aprendió en 15 días. Los siguientes aprendían observando a los Border Collies que ya estaban, así que entrenar a uno era suficiente para educar a los demás, algo que no sucede con cualquier raza.

Sobre la idea de que son demasiado activos y que pueden ser una “pesadilla” para sus dueños, la verdad es que no es así. Nunca he tenido ese problema con mis Border Collies. A lo largo de mi vida he tenido más de cinco, y todos se adaptaron a mi ritmo de vida. Los saco a caminar por la mañana un rato y no vuelven a salir hasta la noche; incluso hay veces que no puedo sacarlos, y aun así no hacen desastres en la casa. Se adaptan muy bien al estilo de vida de sus dueños. Por ejemplo, cuando veo películas, mis compañeros y nunca me dejan estar sola… pero no corren de un lado a otro, simplemente se acomodan y disfrutan.

Sin duda, el mejor compañero de vida que una persona podría desear es un Border Collie. Poco a poco me fui enamorando de la raza y de los animales gracias a estos maravillosos perros. Si hoy me esfuerzo por convertirme en veterinaria, es en gran parte gracias a ellos, que me enseñaron a amar a los animales.

Todas las personas que conozco que tienen un Border Collie ya no quieren perros de otra raza después de vivir la experiencia de convivir con uno. Estoy segura de que, si se dan la oportunidad de conocer esta maravillosa raza, no querrán tener otro perro que no sea Border Collie. Después de tener un perro tan inteligente, noble, cariñoso y, además, hermoso, no será fácil volver a tener otro que pueda ofrecer lo mismo.

Esto es un poco de todo lo que he visto, aprendido y vivido con los Border Collies. No puedo más que agradecer a esos maravillosos perros que aceptaron jugar al doctor y ser mis primeros “pacientes”. Gracias a ellos, descubrí cuál es la carrera que quiero y a qué quiero dedicar mi vida. Sin ninguna duda, puedo decir que son mi raza favorita, y mientras siga teniendo mascotas, sin duda seguiré teniendo Border Collies.