Por MVZ Guillermo Cavazos
Madrid fue mucho Madrid, he decir que fue una mundial que rebasó todas las expectativas, una mundial sobreviviente por lo cual tiene méritos duplicados. Una mundial que resistió la crisis sanitaria más severa del siglo y se levantó triunfante con la frente en alto después de varias cancelaciones, incluso tuvo la capacidad de negociar y lograr ser llevada a cabo durante el año que Brasil era la sede. Para muchos -entre los que me incluyo-, fue un milagro.
Las casi 17 mil inscripciones reunidas fue la prueba y el fruto de un gran esfuerzo de José Miguel Doval y todo su equipo de la Real Sociedad Canina de España. IFEMA -el recinto elegido para la máxima justa canina mundial- resultó idóneo, espléndidamente espacioso para albergar los 56 rines de muy buen tamaño repartidos en cuatro pabellones. Los espacios entre rines también fue bastante generoso, en ningún momento se sintieron aglomeraciones. Una de las cosas que más llamo mi atención fue que se podía tener acceso a descargar incluso a varios espacios de cada pabellón, lo cual facilitaba la tarea.
La producción el ring de honor, es decir, el ring de los grupos, fue fantástica, dado que contó con la participación de dos maestras de ceremonias que estuvieron muy a la altura: María José Haro -de España-, quien desde luego hizo las presentaciones en español y Linda Volarikova -de Eslovaquia-, quien con gran elegancia lo hizo en inglés. Ambas reconocidas juezas a nivel internacional.
El ring contaba con un amplio pódium en donde una pantalla, justo abajo de ella, ponía los nombres de la clase a juzgar y el del juez. El estilo fue muy europeo. Los ejemplares eran prejuzgados, al entrar al ring se alineaban y el juez recorría la línea para llamar a sus seis favoritos, los cuales se colocaban en un espacio para cada uno marcado por un reflector. El juez tocaba y movía a los seis ejemplares, le comunicaba a la maestra de ceremonias su decisión del uno al cuatro y por medio de la megafonía ésta las hacía públicas, de manera tal que los cuatro afortunados subieran al pódium para la foto correspondiente. Este sistema funcionó de maravilla y permitió que nos fuéramos a descansar alrededor de las 7 pm, a excepción del primer día en que se llevó a cabo RSCE Winner, donde se juzgaron los diez grupos. Ese día el Mejor de Exposición terminó a las 10.30 pm, ya se pueden imaginar lo cansados que acabamos todos, cansados pero felices, si de por sí el primer día siempre se hace el más pesado, el evento estaba en marcha y eso era lo que en realidad importaba.
Las luces y la música estuvieron ahí a modo de aderezo, es decir, sin lograr protagonismo, fueron como un personaje más sin llegar a ser molestos, eso me gustó mucho y creo que es digno de destacar.
Fue de agradecer que los actos protocolarios hayan sido rápidos, la entrega de la bandera a la delegación brasileña fue acompañada de discursos tan cortos como sustanciosos. Cabe una mención especial a las palabras del presidente de la Real Sociedad Canina José Miguel Doval, quien con una gran capacidad de síntesis habló tanto en español como en inglés y lo hizo de manera muy propia y sentida, armó un gran papel.
La clausura resultó de muy buen gusto, no por nada se dice que “lo más sencillo es lo más bonito” los organizadores se sacaron de la manga una fusión entre la ópera y la música popular española que quedó simplemente sublime. Con notas musicales provenientes de teclas de un piano pudimos disfrutar de la actuación de Rafael Malo Alcrudo, quien tuvo a cargo escoger el BIS.
El señor Malo merece una mención especial ya que tuvo la osadía de aparecer con un esmoquin muy particular, usando los colores de la bandera española, sin duda se llevó la noche, el rumor, es decir el sonido de asombro, se hizo presente cuando irrumpió en el ring escoltado de los brazos de ambas maestras de ceremonias. El fotógrafo que estaba a mi lado en el palco de prensa exclamó: “Este tío es un valiente”. Aunque hay que decirlo, este colorido atrevimiento también sembró la duda de si el señor Malo iba a estar a la altura, sobre todo a los que no teníamos pleno conocimiento de su trayectoria y sus capacidades.
Creo no es necesario decir que los 10 perros que pisaron el ring en el momento magno de la noche eran de excelsa calidad, sin embargo, lo más destacable fue que el juez tocó de manera específica a cada raza, detalles de la manera de cómo examinó los cojinetes del Afgano y la capa del Fox Terrier Pelo de Alambre disiparon todas las dudas. El señor estaba preparado de sobra para el compromiso, lo hizo con propiedad y teniendo la mágica capacidad de mezclarlo con una fuerte dosis de buen humor ¡bravo Mr Malo! de mi parte toda mi admiración. Nos hizo disfrutar de lo lindo.
Por supuesto que los triunfos de los compatriotas no se hicieron esperar, hay que decir que estuvimos muy bien representados, aunque en lo personal esperaba ver más mexicanos compitiendo. Para empezar Rodolfo Farías pilotando a su Basset Hound dio el primer pelotazo nada más y nada menos que ganando el grupo 6 el primer día y después de haber ganado la raza con el prestigiado juez y criador portugués José Homem de Mello Colaco. La pura raza era una hazaña por sí sola, ¡Felicidades Rodolfo, Andrés y Mariano!
Por parte de los Xolos el popular Alberto Felipe Martinez “Gacela” y Ramón Cernas Manríquez, proveniente de Colima, se cubrieron de gloria. Ulises Hernández con un fila joven también tuvo éxito. Me disculpo si estoy olvidando a alguno que también haya ganado, seguramente es así, pero con 56 rines corriendo al mismo tiempo estos son de los que tuve conocimiento.
En cuanto a los jueces sólo estuvimos representados por el Dr. José Luis Payró Dueñas quien desde luego hizo un excelente papel juzgando entre algunas otras razas los Pastor Belga Groenendael, algunos Spitz, ambas variedades de Fox Terrier e hizo las delicias de los asistentes “haciéndola de emoción” en el desenlace de la raza Poodle Standar. Qué puedo decir, mejor representados, imposible.
A título personal diré que desde lo más profundo de mi corazón Madrid fue una experiencia fantástica. Gracias a la ayuda de Alice Cancicova, quien es la editora de la revista Show Beagles Worldwide, en la que publico con regularidad, tuve la oportunidad de tener mi primer gafete de prensa. Fue muy interesante ver el enfoque que los reporteros gráficos de todas partes del mundo tuvieron del evento. Volví a casa con un millón de nuevos amigos y con muchas horas de video por editar para mi canal de YouTube. Una gran jornada de aprendizaje.
Terminaré diciendo; “Madrid fue mucho Madrid.” Nos vemos en Brasil. Lo mejor está por venir.
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