Por MVZ Arnulfo Rosas del Barrio y Carlos González Díaz
Muchas veces nos preguntamos, antes de adquirir un ejemplar de cualquier raza, cuáles son sus enfermedades más comunes; sea el perro que sea, en el transcurso de su vida todos tienen algo en especial a cuidar.
En mi personal experiencia con el Bernés de la Montaña, es de especial atención ver antes a los padres del ejemplar que voy a adquirir, casi siempre me asesoro de un Médico Veterinario Zootecnista (MVZ) para que me apoye desde el punto de vista médico sobre los pros y los contras de los padres de mi futuro ejemplar y así discernir para poder tener un perro que cumpla con todas mis expectativas de crianza.
Quiero hacer especial mención, ya que este pequeño artículo lo estamos redactando tanto mi MVZ de cabecera -que es el Inspector de camadas FCM Arnulfo Rosas-, y seguro sin él no tendría esa especial puntuación a esas enfermedades, las cuales debemos tomar en cuenta para que nuestros ejemplares lleven una mejor calidad de vida.
Casi siempre que llegamos a ver a un Bernés en la calle, decimos: mira, qué bonito perro, quiero uno… peeero no es tan fácil, ya que desafortunada y maliciosamente hay muchas personas que uno cree son criadores de la raza y no vemos el trasfondo que existe al haber ejemplares que muchos explotan con tal de ganar dinero, y no lo hacen con conocimiento alguno de los problemas que van a vender a futuro.
Es de vital importancia que siempre veas físicamente a ambos padres para asegurarte que no traen algún problema hereditario o no hereditario.
Dentro de los no hereditarios podemos mencionar artritis, válvula gástrica o torsión gástrica, entre otras. En el caso del síndrome de torsión o válvula gástrica, es una enfermedad que se presenta por tener un tórax amplio, lo que permite que el estómago con contenido pueda girar, cerrando ambas salidas y al ocurrir la fermentación se produce un gas que no encuentra salida, ocasionando que el estómago se infle, esto pone en riesgo a todos los órganos internos, ya que los oprime y dejan de funcionar.
Esto se puede prevenir dando de comer a nuestros ejemplares en cantidades menores de alimento en dos porciones, en su defecto una sola vez por la noche y retirarles el agua en gran cantidad, ya que realizan menos ejercicio y también tienen menos estrés o agitación, si hacen alguna actividad física extenuante, no darles una cantidad excesiva de agua y de preferencia que la tengan a la altura de su pecho no debajo de sus rodillas.
La artritis es más por la edad de nuestros viejitos de cuatro patas.
Y en las que debemos tener especial atención, aunque solamente criadores responsables realizan los exámenes de salud correspondientes para poder garantizar que no tienen consanguinidades y los consecuentes problemas hereditarios, que pudieran ser:
HEREDITARIAS
Displasia de cadera y codo:
Es muy común, como lo había mencionado anteriormente, que se realicen cruzas indiscriminadas consanguíneas, ya sea entre parientes directos o simplemente porque quieren fijar características tales como: color, pelaje, tamaño e incluso carácter.
Se observan diferentes grados de cojera (claudicación), ya sea en miembros traseros -en el caso de displasia de cadera- o delanteros, situación en la que debemos acudir al médico veterinario de confianza, para que le realicen estudios radiográficos y poder confirmar o descartar dicha enfermedad. En caso de resultar positivo el diagnóstico, esos ejemplares deberán excluirse de por vida de programas reproductivos.
Entropión:
Esta es una enfermedad ocular, que si bien no es fatal, puede ocasionar mucha molestia en nuestros ejemplares, ya que el párpado junto con las pestañas se invierten dentro del ojo ocasionando irritación continua, incluso laceración en la córnea, situación que ya es muy dolorosa para el ejemplar. Se puede solucionar con una cirugía, pero es evitable tener ese problema no reproduciendo a los ejemplares que lo presentan.
Enfermedad de Von Willebrand:
Este es un trastorno hemorrágico hereditario que resulta ser una reducción en la coagulación de la sangre del ejemplar, esta se puede presentar espontáneamente ya que es asintomática, por un sangrado prolongado después de una lesión o cirugía, incluso en el parto, lo que puede ocasionar la muerte del ejemplar de una forma muy rápida.
Sarcoma histiocítico:
Estas células son las responsables de la función inmune, las cuales se presentan en varios órganos y ganglios linfáticos de nuestros ejemplares; en edad avanzada puede haber una proliferación anormal de dichas células, generando tumores principalmente en bazo, hígado y pulmones, al tiempo que con esto se reduce la expectativa de vida.
Atrofia retinaria progresiva:
Esta enfermedad se presenta en los ojos y consiste en una destrucción de las células de la retina, ocasionando la ceguera total. Como previsión es recomendable una visita anual al oftalmólogo de su preferencia, para poder darle seguimiento puntual a sus ejemplares.
Mielopatía degenerativa:
Esta no es una enfermedad hereditaria, pero muchos ejemplares ya en una avanzada edad, suelen tener una mutación del gen S0D, la cual afecta directamente a la médula espinal y se considera (como en los humanos) un tipo de esclerosis lateral.
Despidiendo estas letras, las cuales espero puedan ser de valiosa ayuda para tener una mejor elección de un ejemplar, sólo me resta exhortarlos a que cuiden a sus Bernés lo mejor que puedan, ya que eso ayudará siempre a fomentar una crianza responsable, simple y sencillamente para preservar esas cualidades tan excepcionales que tiene esta grandiosa raza y poder llegar a tener ese Bernés con el que siempre han soñado.
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