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El Pomeranian y su origen


Por Patricia Gutiérrez Condado


Cuando hablamos de los Pomeranian inmediatamente viene a nuestra mente una bola de pelos simpática y pizpireta, pero en realidad sus orígenes son un poco más lejanos de lucir el aspecto que hoy reconocemos.


Descendientes directos de los perros lobo de Spitz localizados en el Ártico, como perros de trineo en Islandia y Laponia con mucho más tamaño y musculatura, llegan a Europa por la mencionada región de Pomeranian en Alemania oriental; fueron utilizados también para controlar ovejas e incluso bovinos y aunque todavía mantienen ese sentido de alerta y energía, ahora son la compañía perfecta para cualquier persona. Después de una minuciosa selección artificial y una crianza selectiva, se logró equilibrar los encantos de su linaje, pelaje y robustez del típico perro de climas fríos, pero en un perro de talla pequeña y cómoda para abrazar y consentir.

Para orgullo de los amantes de la raza podemos decir que son los perros de compañía más antiguos que existen y se tiene la creencia que fueron estos los primeros en convivir con los humanos en los poblados lacustres de la Europa prehistórica.

Los Pomeranian y las mujeres


Existen varios factores que jugaron un papel en la domesticación del lobo, sorprendentemente el género fue uno de ellos, documentación etnográfica de la Universidad de Yale apuntan un vínculo primario de la mujer con el perro antes que el hombre.

Si hablamos del Pomeranian invariablemente podemos aludir que hay una mujer detrás de su promoción en nuestra sociedad.


En este mes de mayo hemos querido preparar un pequeño tributo a todas las mujeres que con su pasión y amor a la raza, han contribuido a su difusión, fomentando una crianza de selección, impulsando así a un mayor número de personas a interesarse en la raza como perro de compañía.


Esta inclinación por el Pomeranian tuvo sus orígenes en el siglo XVII en Gran Bretaña gracias al buen gusto de una Reina que venía de Alemania, justo de donde son originarios, así que sin más, te damos a conocer los referentes históricos que hacen de la mujer y el Pomeranian una singular prueba de la relación y trabajo en equipo que comparten como resultado de la domesticación de más de 30,000 años, donde poco a poco fueron criados a su semejanza, resultando así esos lazos emocionales que superan la naturaleza de nuestra especie y que en muchas formas son el mejor reflejo de nuestras personalidades.


La Reina Carlota


Nacida en el noreste de Alemania con el título de Princesa Carlota de Mecklenburg-Strelitz, la Reina Carlota llegó a Londres para convertirse en Reina a los 17 años de edad, sin hablar ni palabra de inglés, pero muy bien acompañada de dos interesantes peludos, Phoebe y Mercury.


Efectivamente, la Reyna Carlota tenía una gran debilidad por los Pomeranian, así que en el año 1767, cuando se trasladó a Inglaterra para casarse con el rey Jorge III, lo primero que llevo consigo fueron sus amados peludos, introduciendo así por primera vez en Gran Bretaña dos ejemplares, que aunque en tamaño eran muchísimos más grandes, hablamos de aproximadamente 10 kilos, probablemente Spitz Aleman o Spitz Volpino ya eran su adoración, tanto que hoy día, podemos ver algunos de sus ejemplares plasmados en un cuadro real del pintor Thomas Gainsborough y aunque existe una discrepancia histórica en relación al tamaño, ya que la pintura de Jan Van Eyck, titulada “El Matrimonio Arnolfini”, del siglo XV nos muestra un perro con las características de un Pomeranian siguen siendo nuestros referentes.


La Reina Carlota disfrutaba de mantener siempre alrededor suyo sus perros y era tanta su afición por ellos que con regularidad solía regalar perros de esta raza a sus cortesanos, lo cual generó la intensidad de proceso de aceptación del Pomeranian.


Dos de sus hijos heredaron el amor por esta raza, ellos fueron el Rey Jorge IV y Victoria, pero no son ellos los que impulsan esta pasión, sino la nieta de Carlota que lleva el mismo nombre


La Reina Victoria


Nieta de la Reina Carlota, fue monarca de Inglaterra y aficionada de los Pomeranian por herencia, ella dio a conocer esta raza al pueblo Británico y aunque parezca extraño no los conoció gracias a su abuela sino en un viaje que realizó a Florencia en 1888, en el cual adquirió varios ejemplares, pero hubo uno en especial, su querido “Marco” de aproximadamente 5.5 kg. Con este perro obtuvo un éxito notable en las exposiciones de belleza de Crufts y algunos otros circuitos.


Como aficionada a los perros, fundo su propio criadero de Pomeranian bajo el afijo de Windsor por supuesto que era una raza no reconocida, pero al ser la Reina nos hizo el gran favor, de que Charles Henry Lane, una prominente figura en el mundo canino, inspeccionara su criadero donde, por supuesto, el habló maravillas de las condiciones en que vivían y de las molestias que se tomaba para otorgarles una vida feliz, aunque algunas eran muy grandes y “desteñidos”, eran increíblemente hermosos, describiéndolos como perros “chicos – medianos”.


Hay una anécdota en la historia del Pomeranian y la Reina Victoria que no puede pasar sin comentarse como un suceso que permitió la incursión de nuestra bella raza a los circuitos ya que su majestad quiso exhibir en Inglaterra tres Pomeranian de un color poco común y como no había una categoría para ellos y por ser la Reina, se estableció una clase especial dentro de la exposición y en donde por si fuera poco, dos de sus tres ejemplares quedaron empatados en primer lugar. Gracias al empeño de la Reina y el consecuente interés de la gente por la raza es que el Kennel Club Inglés reconoció oficialmente el Pomeranian en 1870 y el club de la raza redactó el primer Estándar Racial en 1891.


Tanto fue el amor de la Reina Victoria hacia la raza que hasta en su lecho de muerte le acompañaron y así un 22 de Enero de 1901 acompañada por “Turi” su Pomeranian, dio fin a su existencia, pero dejándonos un gran legado de amor y pasión que la llevo a luchar y alcanzar su sueño de que los Pomeranian fueran vistos por la sociedad y por los clubes de belleza como perros dignos de ser contemplados, esplendorosos y simpáticos, picaros y alegres que han diseñado sus propios vestuarios y que puedan ser vistos llevando sus trajes de muchos colores: blancos, negros, azules, gris, leonados, rojos, chocolate, marrón, color castor, cibelino, naranja y por supuesto particolor.


Otras importantes mujeres en la vida de los pomeranian


A partir de esta herencia al mundo, otras mujeres adoptaron la tarea de darle continuidad a este legado, desde 1970 ahora desde la selección y la promoción para las diferenciaciones dentro de la raza.


Tal es el caso de una admiradora del Pomerania, nos referimos a Averil Cawthera quien se dio a la tarea de instaurar el Pomeranian blanco, importando un ejemplar de ese color desde Holanda el cual era llamado “Tum Tum”.


Por su parte otras dos mujeres hicieron lo propio Rosemary Bridgeman compró un Pomeranian bastante pasado de talla y junto con Janet Al – Haddad hicieron serios esfuerzos por alcanzar el reconocimiento de mayor tamaño, intentando que los reconocieran como “Pomeranian Victoriano” de tal manera que después de todos estas inclusiones de tamaños y colores el Kennel Club se tuvo que dar a la tarea de seccionarlos, así que sin importar que fueran de la misma camada, eran medidos, catalogados y registrados en diferentes tallas, dando paso a los diferentes tipos de Spitz de acuerdo al tamaños.


Para los 70’s ya teníamos grandes mujeres en el área de crianza como lo es Chistine Heartz y su muy ya afamado criadero. Lo más interesante en ella que cabe destacar es que actualmente todos sus perros participan en un programa de investigación genética Alopecia X (BSD), enviando muestras de cada generación sucesiva ayudando así a la investigación, al igual que la investigación del pedigrí estadístico que permite información sobre este problema.


Como conclusión a estas líneas podemos decir en general que el Pomeranian es un perro que ha tenido a bien la intervención de la mujer para prosperar en la canofilia, por tanto y conociendo las exigencias propias del sexo femenino, aludimos que existen grandes cualidades en esta, nuestra hermosa raza, la cual han cautivado al mundo entero, deleitando nuestros sentidos.

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