Por Mauro Riveros
El American Bully en los últimos años se ha convertido en una de las razas más populares a nivel mundial, me declaro un fanático entusiasta que trata de criar de la manera más responsable con una visión clara de qué quiero para mis perros, siempre con mucha humildad.
Tomo como pilar y referencia en mis perros a tres grandes criadores, Óscar Gómez de “Blue Prides”, Marco Suárez de “Suárez Bulls” y Eder Flores de “Bully Holics Kennel”, son en gran medida el aporte de todo lo que busqué en mis cachorros.
Ahora bien, hablar del American Bully es referirse a perros extremadamente impresionantes y muy llamativos, esta raza establecida en los años 90s con el fin de crear el mejor compañero para la familia, tiene un carácter leal, estable y muy sociable, principalmente con los niños.
El American Bully tiene características físicas y psicológicas muy definidas, que es lo que hace sea tan diferente a muchas razas, el contraste de su apariencia con su carácter gentil hace que se robe el corazón de la gente que recién conoce la raza, ahora ¿qué pasa con el futuro del American Bully?, ¿a dónde va y qué está pasando? Estas preguntas son muy recurrentes en mí y estoy seguro que en muchos criadores.
Lamentablemente las modas, como ha pasado en muchas razas, tiende a desviarnos de lo que queríamos originalmente, desde unos años en adelante hemos visto cómo muchos criadores, motivados por las modas, dejaron de seguir la línea del estándar, lo cual se ha vuelto una problemática mayor, ya que vamos directo a lo que pasó con razas como el Bulldog Inglés o el Mastín Napolitano, por nombrar un par, les estamos robando la salud y la esencia por caprichos de moda y estamos olvidando lo que era en un principio, hoy cada vez es más raro ver esos Bullys muy musculosos y bien aplomados, dando paso a perros que distan mucho del estándar racial; en consecuencia, si no hacemos algo con esto, la raza no tiene futuro saludable y perderemos todo lo que se trabajó los últimos 30 años, justo cuando estamos siendo más aceptados por una sociedad canófila celosa, no podemos tener 20 variedades de bullys, el Bully ¡es uno solo y punto!
Pero qué tenemos que hacer para corregir y cambiar las cosas, estos puntos son algunos de lo que he hablado con amigos cómo Eder Flores y Oscar Gómez.
Primero, una crianza responsable, criar en base al estándar y no a la moda, hacer aportes y buscar perros sanos, que lo que tengas en tu patio esté siempre lo más apegado a lo establecido por el estándar; claro, no siempre te van a salir las cosas bien, pero eso no tiene por qué detenerte al seguir el buen camino.
El criterio de los jueces en las pistas tiene que estar siempre apegado al estándar, me ha tocado ver jueces que premian perros con prognatismo, grupas levantadas, hiperlordosis, etc., por sobre perros que estructuralmente están bien y se castigan por tener un temperamento suave, eso a mi punto de vista nunca puede estar por arriba de la estructura del ejemplar, es eso lo que los hace American Bully.
Los jueces tienen que estar perfectamente capacitados para hacer este trabajo bien, esa es la única manera de que la gente y los grandes criadores vuelvan a los shows, finalmente es esa gente el mejor juez y los principales consumidores.
Evitar lo juicios por amistad, premiar siempre al mejor ejemplar sin importar la relación con criadores o dueños, eso nunca le hará bien a la competencia, son estos ejemplares lo que dictan el patrón de cría para todos, si no premiamos de forma correcta no está bien.
Mejorar los ambientes de competencia y dejar un poco (más bien todo) las envidias de lado, hacer de cada show una fiesta donde todo el mundo pueda compartir, nunca se debe cruzar esa línea de respeto entre camaradas, la sana convivencia siempre hará de esto un buen momento.
El American Bully en todas su versiones (Pocket, Standard, Clásico y XL) es hermoso, miremos hacia adelante a nuestros perros de manera saludable y responsable; construyamos un futuro con cimientos fuertes para que la herencia de esta hermosa raza se mantenga como al principio y no quede en olvido como algo hermoso que nunca fue.
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