El Bulldog Francés, una raza especial

Por Alvarado Ignacio Larios | Criador

Comenzaré estas líneas haciendo hincapié en que siempre que se pretenda adquirir un cachorro, de la raza que sea, lo hagamos estando conscientes e informados del temperamento, los cuidados, las necesidades y que además analicemos si en realidad esa raza que soñamos es la que más se adapta a nuestro ritmo de vida, espacios y tiempo. Hacer esta autoinspección nos ayudará a elegir a consciencia, y estoy plenamente seguro que disfrutaremos más al compañero que hayamos elegido con base en estos parámetros, que alguno elegido a capricho o por moda.

Dicho lo anterior, vamos a hablar del Bulldog Francés, una raza que ha experimentado en los últimos años un crecimiento exponencial en cuanto a cantidad de ejemplares criados y comercializados, cosa que ha traído de la mano un detrimento significativo en la salud de algunos ejemplares y me atrevería a decir que en la crianza en general.

Partamos de la premisa de que cada raza tiene un estándar racial, y es dicho estándar lo que nos marcará la guía para criar y tener ejemplares sanos, que puedan dignamente representar a su raza y ser reproducidos, sin embargo, como ya comentaba, el crecimiento en la popularidad del Bulldog Francés ha llevado a que la raza sea criada, en muchos casos, únicamente con fines comerciales y dejando de lado los aspectos de salud y temperamento del “frenchie”.

Del temperamento: el francés es un perro generalmente juguetón, algunas veces territorial, demasiado inteligente, pero a la vez necio o testarudo, lo que no significa que no pueda ser entrenado para obedecer comandos; por supuesto que es recomendable para todas las edades por su fácil adaptabilidad y poco requerimiento de actividad física.

Respecto a las enfermedades que aquejan frecuentemente a la raza, podemos encontrar la de paladar elongado, cuya causa es, entre otras posibles, una obstrucción en las narinas del perro, lo que ocasiona dificultad para respirar y que tendría que ser corregido mediante cirugía. También es común encontrar perros con cierto grado de luxación patelar, que es una anomalía que implica el desplazamiento de la rótula en la rodilla y que puede tener sus orígenes debido a algún traumatismo, o por factores genéticos, misma que se clasifica según el grado de gravedad, siendo 1 el más leve hasta el grado 4, que podría requerir intervención quirúrgica o terapia física. Hay algunas otras enfermedades como problemas de piel, hemivértebras, ojo de cereza, que, si bien aquejan a la raza, son menos frecuentes en los frenchies.

Ahora bien, ¿cómo elegir al cachorro?, considero que más allá de la selección del cachorro, lo más importante es saber cuándo elegirlo; desde mi particular punto de vista, lo más recomendable siempre será tratar de escogerlo a partir de los tres o cuatro meses de vida, ya que antes de esa edad  es cuando el cachorro experimenta lo que se conoce como la impronta canina, que no es más que el periodo de aprendizaje donde la madre enseña al cachorro reglas o normas de conducta que son cruciales para su correcto desarrollo temperamental. Es en esta etapa donde el perro aprenderá a ser sociable, a comportarse de manera apropiada, todo lo cual forjará su carácter para cuando sea perro adulto. Por otro lado, desde las características físicas, también considero que los tres o cuatro meses de edad son los mínimos necesarios para identificar las cualidades fenotípicas de nuestro futuro perro, ya sea de show o mascota, guiándonos siempre por el estándar racial aprobado por la FCI (Federación Cinológica Internacional). 

La raza del Bulldog Francés es muy bonita, son perros demasiado fieles, amorosos, testarudos a veces, como he dicho antes, pero también inteligentes y, en ocasiones, territoriales. Te invito a que si pretendes adquirir un ejemplar de este linaje te acerques a un criador responsable, estoy seguro que siempre encontrarás quien esté abierto a instruirte respecto de la raza, a compartir conocimientos y que pondrá a tu disposición el cachorro que más se adapte a lo que buscas.