Por Marco Antonio Guiza
Les podría contar que el primer día de cuando tuve a mi primer Bernés de la Montaña, fue una jornada muy especial. Tuve una hermosa conexión con mi perro Oslo, debido a que esa raza anhela ser amada, o más bien dicho es demandante de cariño.
A mi parecer es una raza territorial, a cuyos cachorros les encanta la destrucción de calcetas, ropa, gorras y para terminar hasta con el jardín.
Debido al tamaño de esta raza, un Bernés de la Montaña necesita que le enseñen desde cachorro tanto obediencia como modales domésticos. En mi opinión no son perros agresivos y pueden convivir perfectamente con otras razas. Hablando de la convivencia con niños, son extremadamente recomendables para convivir con ellos.
En lo personal he tenido muchas razas de perros, pero esta es la que más me ha ganado el corazón, debido a que he tenido una conexión inigualable con mis perros.
En el pasado los perros de esta raza eran de trabajo, por lo cual en este momento disfrutan el reto de aprender nuevas cosas debido a que son extremadamente inteligentes, tanto así, que uno de mis cinco berneses sabe abrir las puertas, se para y con las patas recarga su peso en la manija dando por resultado despertar a sus amos a las seis de la mañana.
Como conclusión, recomiendo ampliamente esta raza, de la cual tienen que saber que son perros que máximo duran 8 años, por lo cual deberás amarlos desde el día 1 que lleguen a casa.
¡Gracias!
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