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¿Qué es ser un criador?


Por: Raúl Granados

La palabra “crianza” es fácil de pronunciar, el verdadero reto es llevarla a cabo con éxito; cuando hablamos de este tema, no se trata sólo de tener un par de ejemplares y reproducirlos, va más allá de esto.

Antes de adquirir un ejemplar y querer empezar a “criar”, debemos asegurarnos de que contamos con las instalaciones adecuadas, siendo éstas un espacio planeado y diseñado específicamente para que nuestros perros puedan desarrollarse en un entorno cómodo y limpio, priorizando siempre su salud física y mental; en mi caso, he diseñado instalaciones especiales para mis perros, donde se pueden mantener frescos y limpios; para mí, lo más importante es que ellos no se sientan encerrados y hasta el momento me ha dado buenos resultados.

Habiendo cumplido con esto, podemos pasar al proceso de elección de ejemplares. Elegir bien nuestra base del criadero es fundamental para poder obtener buenos resultados; al adquirir un ejemplar es importante buscar un balance entre el fenotipo (las características que se pueden apreciar a la vista) y el genotipo (la carga genética que conforma al perro) porque un buen criador no debe buscar sólo apegarse al estándar, procurará siempre criar perros sanos y libres de enfermedades que puedan transmitirse genéticamente; muchas veces, egoístamente, cuando un ejemplar gusta mucho en cuanto fenotipo, se sigue reproduciendo, pero no se dan cuenta del daño que le hacen no sólo a la raza, sino al mismo ejemplar, que, en algún punto sufrirá las consecuencias de estos problemas genéticos.


Procuro apegarme al estándar racial para reproducir perros balanceados estructuralmente y sanos genéticamente, pero en lo personal, siempre busco que el sello sea la cabeza.


Un cráneo amplio y triangular, con orejas pequeñas y bien insertadas, un stop bien definido con hocico corto y poderoso y maseteros fuertes, ojos pequeños y triangulares y -sobre todo-, la expresión propia de un Akita, es mi ideal.


Al momento de seleccionar mis ejemplares para cruza, busco hacer enganches de sangre en los pedigrís y esto me ha dado como resultado camadas constantes y homogéneas, cumpliendo mis objetivos de la cruza.

El complemento final para saber que nuestros perros se están desarrollando de manera correcta es mantener una dieta balanceada y actividad física; el alimento del perro no sólo debe “llenarlo”, para empezar debemos siempre suministrar un alimento adecuado a cada etapa, brindándole al perro las necesidades que tiene en el objetivo que buscamos; es decir, si estamos en la etapa de gestación y desarrollo de cachorros, es esencial un alimento alto en proteínas, calorías y nutrientes esenciales como los aminoácidos, ya que le proporcionarán la nutrición necesaria y adecuada para formar una estructura ósea fuerte y una buena masa muscular; como todos sabemos, los cachorros crecen de manera muy acelerada y si no les proporcionamos un buen alimento corremos el riesgo de que se descompensen y su sistema inmunológico se debilite, dando como consecuencia que los cachorros enfermen y no desarrollen totalmente su potencial genético. Ahora, es fundamental la actividad física para el óptimo desarrollo físico y mental del perro, ya que eso los lleva a un estado de equilibrio sin estrés, el privarlos de la actividad física nos puede generar problemas de carácter, malos hábitos e incluso problemas en la reproducción.


En AG AKITAS siempre procuro que su dieta sea a base de alimento super premium, vitaminas y ácidos grasos, además que nunca faltará la carne, ya sea pollo o res; esto es lo que ha mantenido a mis akitas en buenas condiciones de peso, pelo y -lo más importante-, salud. En cuanto a la actividad, nos encargamos que cada uno de mis ejemplares salga a caminar o correr dos veces al día, diario, dado que eso genera un temperamento equilibrado en mis perros.


Teniendo todos estos puntos asegurados, estamos listos para la crianza. Primero debemos entender el celo de la perra, éste se divide en dos partes, “Proestro” que es la etapa de agrandamiento de la vulva y sangrado, puede durar entre siete a diez días; luego la etapa “Estro”, que es la fase en que se produce la ovulación y puede durar entre cinco a nueve días; para determinar la ovulación, se puede hacer citología tomando una muestra de progesterona o los fluidos de la vulva, mediante un estudio de sangre para medir las hormonas.


La cruza puede realizarse de manera natural, por inseminación o implante, siempre asesorados por un Médico Veterinario Zootecnista.

El realizar una cruza siempre debe tener un objetivo, saber a dónde quieres llegar y cómo lo vas a lograr; pero antes de llevarla a cabo siempre debemos valorar el estado físico de los ejemplares, preparándolos, cumpliendo con su ciclo de vacunación y desparasitación además de una buena alimentación todo previo a la cruza, aparte de complementar siempre con vitaminas, de esta manera aseguramos la calidad de esperma del macho y la buena ovulación de la hembra.


Lo ideal para cruzar a una hembra primeriza es después de los 24 meses de edad, mi recomendación es tener un período de descanso y recuperación de por lo menos un año, de no ser así, además de no ser ético, las hembras no terminan de recuperarse y no tienen la fuerza para poder trasmitir a los cachorros todo lo que necesitan para su sano desarrollo.


Existen varios tipos de cruza:


Inbreeding: es el cruce entre sangres cercanas, ya sea padre e hija, madre e hijo o entre hermanos, esta cruza debe hacerse con el pleno conocimiento de lo que se quiere fijar, ya que induce a genes idénticos que te pueden llevar a resultados homogéneos en los cachorros y cualidades deseables, pero se debe tener conocimiento profundo de los ejemplares ya que, si se realiza de manera inadecuada, podemos llegar a fijar rasgos no deseados en el ejemplar.


Linebreeding: es la cruza que generalmente se da entre primos o descendientes del mismo abuelo y se busca para reforzar algunas características que nos interesa fijar, sin llegar al extremo del inbreeding.


Outcrossing: es la cruza de ejemplares que no tienen relación de parentesco entre sí, se usa para fusionar características del macho y la hembra, generalmente recurren a aquellos criadores que ya establecieron un tipo y quieren agregar alguna característica, la desventaja de este tipo de cruza es que las camadas no serán homogéneas, dando cachorros promedio y uno que otro atípico.


Es importante saber que las tres cruzas contribuyen de buena manera a la raza y aplicándolas de manera correcta podemos lograr resultados positivos en nuestros ejemplares; personalmente, me he enfocado al linebreeding y eso me ha llevado a cumplir mis objetivos.


Habiendo realizado una cruza exitosa, pasamos al período de gestación, éste dura entre 58 y 66 días siendo un promedio de 60 días hasta el alumbramiento. Durante este período las hembras pueden tener secreción vaginal, náuseas, vómito, aumento de peso y del apetito; debe administrarse ácido fólico, además programar visitas periódicas con el médico Veterinario. En nuestro caso les realizamos un ultrasonido a mis perras gestantes, para así verificar la cantidad de cachorros, su posición y su tamaño y evitar complicaciones en el parto.

A mi parecer, la etapa más bonita de la crianza es el recibimiento de los cachorros, no es sólo el hecho de haber logrado el objetivo, sino la carga emocional que conlleva. Para recibir a los cachorros debemos estar preparados, ya que generalmente se trata de partos naturales, siempre es bueno contar con toallas limpias, pinzas, hilo y un esterilizante, además de brindarle todo nuestro apoyo en el parto completo a la perra; es recomendable que cuando veamos a la perra ya cansada, le demos algo dulce para aumentar su energía.


Regularmente el destete es a las seis semanas, pero desde los 25 días podemos familiarizar a los cachorros con las croquetas dándoles papillas y esto facilita separarlos de la madre, es fundamental mantener limpio el espacio donde estén la madre y los cachorros, así evitaremos enfermedades y malos hábitos. El ideal para que un cachorro se vaya con su nueva familia es al terminar con su cuadro de vacunación y desparasitación, para que pueda adaptarse con menor riesgo a enfermarse y así pueda generar más rápido el vínculo con su familia.

El ser criador tiene muchos tintes, puedes ir de la alegría a la tristeza, o de la frustración a la euforia, porque cada cachorro que ha salido de nuestro criadero se vuelve parte de la familia, y cada cachorro está hecho para una familia; la crianza no debe verse como un estímulo económico, la crianza es el respeto, el amor y la pasión que le tienes a la raza; que al ser criador, tu gratificación no sea el dinero, que tu gratificación sea el saber que has aportado a la raza y has hecho feliz a una familia.



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