Por. Catherine Fiorella
Casi todos tenemos metido en la cabeza desde tiempos antiguos que un animalito se “educa” a periodicazos, al menos es lo que nos enseñaban en las décadas pasadas.
Afortunadamente cada vez hemos aprendido a conocerlos y hemos encontrado mejores formas.
Cuando se trata de gatos, corregir es todo un reto.
Los gatos podríamos decir que son muy rencorosos y fáciles de traumar, pero en realidad debemos recordar que ellos son una constante lucha con su propio instinto, esto quiere decir que son seres muy sensibles, nerviosos y con un instinto de supervivencia muy alto.
Esto se traduce en que el gatito cachorro tarda en desarrollar la capacidad de interpretar una corrección, un gato adulto y con adulto me refiero al animal con más de dos años de edad, puede que ya sea capaz de diferenciar una corrección de un peligro inminente.
Espero darme a entender, resumiendo un poco antes de continuar: un gatito antes de los dos años interpreta una corrección como una agresión y un peligro que deja en su memoria una huella de temor hacia quien lo corrige.
¿Entonces qué podemos hacer para corregir a un gatito?
1.- Tener muy claro qué cosas no vamos a permitir y qué otras, por más que no nos agraden de su comportamiento, tenemos que aceptarlas porque son parte de la naturaleza de un gato y si no las permitiéramos sería como tener un esclavo reprimido.
Por ejemplo: un gatito necesita trepar y subirse a todo, en mi casa el límite es la cocina, ahí no entran y no se suben, pero a todo lo demás en la casa lo tienen permitido.
El gato no diferencia entre sus cosas y las de la casa que no son suyas, recordemos que son felinos pequeñitos, pero felinos a fin de cuentas, por lo tanto, territoriales, es decir “DONDE VIVO ES MI TERRITORIO Y TODO LO QUE AHÍ SE ENCUENTRA ESTÁ INCLUIDO”.
Como humano tengo que sopesar en una balanza qué es mayor, mi deseo de tener un gatito o mi necesidad territorial, si mi necesidad territorial no me permite ceder ese dominio al gatito, es mejor buscar otro tipo de mascota, de lo contrario será una relación siempre tirante y de lucha de poderes a la que el gatito no puede renunciar a menos que dejara de ser gato.
Lo peligroso de lo anterior es que el comportamiento del gatito será cada vez peor hasta llegar a ser intolerable.
Luego entonces, ¿debo dejar que mi gato haga lo que quiera?, ¿cuando quiera y como quiera? no necesariamente:
Escoge tus batallas, trata de no caer en pasártela regañando al gato, decide en qué es lo que vale la pena trabajar para evitar en su comportamiento.
SÉ MÁS INTELIGENTE QUE TU GATO, no te pongas a su nivel instintivo ni entres en lucha de poderes o de persistencia.
Entonces ¿cómo lo corrijo?
Con estrategia, cambiando de mentalidad, no se trata de corregir sino de adiestrar y reforzar el comportamiento que deseamos.
TÉCNICA:
Cuando el gatito esté haciendo algo que no queremos, tenemos que distraerlo con un juguete o algo que le llame la atención NO GRITAR, NO DECIR NO, NO HACER ESCÁNDALO Y, POR SUPUESTO, NO MALTRATARLO DE NINGUNA FORMA, cualquiera de estos recursos sólo hará que se refuerce el comportamiento negativo y se fracture el vínculo.
Por el contrario, cuando el gatito esté haciendo algo correctamente podemos elogiarlo, acariciarlo y hasta premiarlo, siempre y cuando sea en el acto, en ese preciso momento, pues de lo contrario el gatito no relacionaría ese trato amable con su comportamiento.
Es un tema muy amplio que no se puede tocar a profundidad en este medio, mas espero que estos tips te ayuden a conocer a tu gatito, a entenderlo y lo más importante, a tener una relación más plena con él.
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